BUENOS AIRES.- El Gobierno nacional no se pone de acuerdo sobre la aplicación de un aumento en el impuesto a los pasajes aéreos al exterior y subir la tasa de interés por compras con tarjeta fuera del país, para reducir el déficit de cuenta corriente que tiene el país.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, había dicho hoy que la medida estaba en análisis, pero por la tarde fue rebatido por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, mientras exponía en el Congreso sobre los alcances del acuerdo con el FMI.
"No podemos resolver la vida de los argentinos aumentando impuestos. Sí sabemos que hay distintos sectores sugiriendo aumentos en impuestos a los pasajes al exterior, y se considera, pero no tenemos bajo estudio modificar ningún impuesto ni alícuota en la Argentina", remarcó Dujovne.
Horas antes, Peña había dicho lo contrario. "Es algo que está sobre la mesa, que algunos sectores vienen planteando por el déficit de cuenta corriente que tenemos", sostuvo el funcionario.
En declaraciones a radio La Red, Peña sostuvo que ese nuevo tributo "se analizará, pero en el marco de una decisión más amplia, que es cómo llegar al equilibrio fiscal".
Según trascendió, el Poder Ejecutivo evalúa ajustar el impuesto a los pasajes aéreos al exterior -cuya alícuota es hoy del 7%- y también aumentar la tasa de interés sobre las compras con tarjeta de crédito realizadas fuera del país.
En la misma línea que el jefe de Gabinete, se expresó en las últimas horas el ministro de Transporte. "Es una de las tantas alternativas que evalúa el Gobierno y que si se aprueban estarán dentro del presupuesto del año que viene", dijo Guillermo Dietrich.
Dietrich, además, confirmó la eliminación del precio mínimo para los vuelos de cabotaje que se adquieran con 30 días de anticipación. La medida, clave para las aerolíneas low cost, comenzará a regir desde el 15 de agosto.
En este marco, Peña consideró que la Argentina transita "una tormenta compleja, donde se combinan elementos externos, como la suba del petróleo y de las tasas de interés de Estados Unidos, más situaciones internas, como la sequía que afectó muy fuerte en la actividad".
Sin embargo, aseguró que el "momento más difícil" del Gobierno no es éste, sino "cuando arrancamos (la gestión) con default, sin reservas, sin crédito, con cepo, con tarifas atrasadas, con precios distorsionados, con una matriz energética colapsada, con provincias que no podían pagar a fin de mes".
A su criterio, el Gobierno está "tomando decisiones para corregir la situación, para acelerar el camino hacia el equilibrio fiscal. Y demostramos que se pudo sacar el país adelante, y eso gracias a la confianza que despierta Macri".