El precio de la nafta ha convertido al mercado de combustibles en un verdadero campo de batalla. Desde que el dólar comenzó su escalada alcista, las principales petroleras que operan en la Argentina empezaron a ver cómo, en cuestión de semanas, cambió drásticamente el escenario, agravado también por la cotización del barril de crudo.
Todo esto llevó a que se incrementaran los costos de producción de estas compañías.
Según un informe difundido por iProfesional, distintas fuentes del sector, entre los ejecutivos de Shell, Axion -perteneciente a la familia Bulgheroni-, e incluso Refinor, predomina la visión de que las naftas deberían costar hasta un 25% más. Algo que choca de frente con la crítica realidad económica que vive la clase media.
La estrategia elegida por las empresas para hacer frente a este cambio en la ecuación consiste, por ahora, en tratar de desalentar la venta de combustibles.
¿De qué manera? A principios de junio pudo verse cómo fueron recortando la entrega a los mayoristas que, a su vez, proveen a estaciones de servicio sin bandera -llamadas “blancas”-.
Sin embargo esto, lejos de quedar encapsulado, también empezó a repercutir en las estaciones de bandera, a través de la aplicación de cupos o de pagos extras por pedidos de naftas que excedan determinados niveles por encima de lo habitual. Los alcances de estas maniobras fueron confirmados a iProfesional por representantes de CECHA, la confederación que aglutina al grueso de los empresarios del expendio, la CECC -cámara de empresarios del combustible de Córdoba- e incluso, por fuentes vinculadas a las mismas petroleras.
Según precisó Carlos Gold, titular de CECHA, Axion desaceleró su ritmo de refinamiento, por lo que mantiene una entrega fraccionada a su red. En paralelo, bajó el ritmo de aprovisionamiento a los distribuidores regionales.
“Desde que comenzó el reclamo por los costos y por un precio mayor en los surtidores, Axion dejó de abastecer como lo venía haciendo. También redujo el procesamiento en su refinería. Muchas de las estaciones que le compraban mayormente gasoil dejaron de tener combustible”, explicó el empresario a iProfesional. Gold sostuvo que, en la actualidad, para conseguir el diesel que Axion dejó de entregar a los niveles usuales, las distribuidoras mayoristas “por lo general deben pagar mucho más, y eso se traduce en un incremento en el combustible que luego se traslada al surtidor, especialmente en ciertos lugares del interior”.
Desde CECHA y la cordobesa CECC, en tanto, señalaron que, en las últimas semanas, la petrolera Shell estableció un cupo mensual para el abastecimiento de diesel a buena parte de su red y cobra un “extra” a quien demande más litros que lo establecido.
“El adicional es de hasta un 20% de lo que cuesta usualmente el litro. Al estacionero no le queda otra que trasladarlo al precio final. Por eso también se ven tantas variaciones en los valores”, dijo Gold.