La muerte del vigía barrial Julio Reyes dejó al descubierto el temor de los vecinos del barrio Don Orione, en Villa Urquiza, por la inseguridad. Reyes, de 47 años, fue hallado sin vida en la tarde del lunes pasado en una casa abandonada ubicada en Manuel Estrada y 12 de Octubre. El rondín tenía un golpe en la cabeza.
Los habitantes de esa barriada sospechan que fue ultimado por un grupo de jóvenes que se ocultaban en esa propiedad a consumir pasta base. Reyes los habría corrido del lugar semanas atrás y prometieron vengarse, comentaron en la zona. Los vecinos consultados por LA GACETA explicaron que sufren robos a diario.
A dos cuadras del lugar donde fue encontrado Reyes, un grupo de vecinos del pasaje María Auxiliadora al 2.000 tomó una determinación extrema para evitar los robos: decidieron alambrar uno de los ingresos a esa arteria, por calle Manuel Estrada.
Todos fueron víctimas
“Fue a fin del año pasado, después de que sufrimos una ola de robos. Prácticamente asaltaron a todos los vecinos alguna vez”, contó Julio Lezama. “Antes de tomar esa determinación seguimos todos los pasos legales, pero no obtuvimos respuestas”, explicó.
“Sé que legalmente no se puede obstruir la vía pública, pero no nos dieron seguridad y los vecinos decidimos priorizar la seguridad de nuestras familias. Hicimos las denuncias, presentamos notas y mantuvimos reuniones con funcionarios de Seguridad de la provincia. Se comprometieron a mandar policías para custodiar, pero eso nunca sucedió. Tengo toda esa documentación”, agregó.
Lezama señaló que en los últimos meses de 2017 sufrió cuatro robos. En uno de los casos, desconocidos armados lo interceptaron cuando llegaba en su camioneta. En otra oportunidad, lo abordaron en la puerta de su domicilio cuando salió a recibir a su hija.
El barrio Don Orione fue inaugurado hace 17 años. Está ubicado detrás de uno de los murallones del Cottolengo Don Orionee. Los vecinos cuentan que es un loteo que realizó el Colegio de Bioquímicos. La mayoría de las calles son de tierra, hay numerosos sitios baldíos que se convirtieron en basurales y la iluminación artificial es escasa en las calles.
Buenos resultados
“Hicimos las denuncias. Algunos fueron robos muy violentos, en los que las víctimas fueron atacadas a golpes. Entonces, nos reunimos con los vecinos, juntamos el dinero y decidimos alambrar ese acceso al pasaje. La verdad es que nos dio buenos resultados. Volvimos a poder salir por las noches porque hay menos robos”, aseguró Lezama.
Ignacio Rodríguez, quien también reside en la cuadra, coincidió con su vecino: “Desde que hicimos el cerramiento los robos disminuyeron. Sí funcionó”, comentó. “Lo que pasa es que los ladrones venían de todos lados, no teníamos paz, por eso tomamos la decisión de cerrar la cuadra”, aclaró.
Un cartel colocado en una de las paredes frente al cerco advierte: “Zona vigilada por vecinos”. Por los resultados que obtuvieron, los habitantes de la cuadra analizaban iniciar los trámites para que les permitan cerrar el perímetro alrededor de las cuatro manzanas que conforman el barrio.
Ese sector limita, al oeste y al norte, con algunos de los barrios más conflictivos de la capital: Juan XXIII (“La Bombilla”), Juan Pablo II (“El Sifón”), “Trulalá”, “El Chivero” y “Ciudad de Dios”.
Vivir con miedo
Quienes residen a pocos metros del lugar donde fue encontrado el cuerpo del vigía Reyes, sostienen que viven con miedo, no sólo cuando tienen que salir, sino dentro de sus casas.
“Está horrible, todas las noches pasan caminando por el techo. A mí, hace un año me desvalijaron la casa después de forzar el portón y la puerta de entrada”, contó Patricia.
“Hay muchos robos a domicilios. Lo que pasa es que hay sitios baldíos que ayudan a los ladrones a entrar a nuestras casas y después tienen facilidades para escapar o esconderse”, dijo Nora.
“Te roban hasta para ir a la esquina. De noche es muy oscuro. Te agarran cuando querés salir de tu casa. Los vecinos tenemos un grupo de Whatsapp para alertarnos. Necesitamos seguridad porque las calles son muy peligrosas”, advirtió Rosa Alderetes.
Creen que adictos mataron al rondín
Los vecinos de la zona señalan que la casa abandonada en la que fue hallado el cuerpo de Julio Reyes es un lugar en que jóvenes adictos se reúnen a consumir pasta base. Al día siguiente de que los restos de Reyes fueran encontrados, podían observarse por toda la propiedad decenas de papelitos de colores de los que los “transas” utilizan para fraccionar el paco. También había encendedores y envases de bebidas alcohólicas. Algunos vecinos indicaron que una de estas personas habría amenazado a Reyes después de que lo corriera de la propiedad. “Quedó con mucho miedo tras ese incidente”, dijo un familiar de Reyes.
En la Municipalidad desconocían el caso
En la Municipalidad capitalina se mostraron sorprendidos cuando LA GACETA les consultó si estaban al tanto de que el pasaje María Auxiliadora al 2.000, entre las calles México y Manuel Estrada, había sido alambrado por los vecinos y adelantaron que deberán proceder a reabrir el paso vehicular. El Subsecretario de Tránsito y Transporte de la Municipalidad, Enrique Romero, comunicó que no habían recibido denuncias hasta este momento. El funcionario municipal explicó que mantendrá una reunión con los vecinos para consultarlos sobre los motivos por los que cerraron la cuadra.
“Obviamente que es una situación irregular y que esto está prohibido; vamos a ir a ver por qué obstruyeron y tendremos que proceder a la liberación del mismo. No corresponde que ellos obstruyan el pasaje”, adelantó Romero.