BUENOS AIRES.- Comenzó los octavos de final a paso firme, demostrando que le sobra material para ir en busca de la corona.
Boca derrotó 2 a 0 a Libertad, gracias a una “bomba” de Ramón Ábila y un golazo de Mauro Zárate. Así, viajará a Paraguay con la tranquilidad que le otorga, quizás, el mejor resultado en este tipo de cruces.
Si a cualquier participante de la Copa le dieran a elegir una manera de ganar como local, en un juego de ida, sin dudas que muchos pedirían hacerlo de la manera en la que lo hizo el equipo que dirige Guillermo Barros Schelotto. Es que el “Xeneize” no sólo sacó una ventaja de dos goles, sino que además lo hizo jugando bien y sin recibir los famosos y temidos goles de visitante, algo clave en este tipo de definiciones.
Además, el resultado pudo haber sido más abultado, más allá de que sobre el final pasó algunos sofocones que podrían haber cambiado la historia de la eliminatoria.
Boca casi que noqueó a su rival en la primera mitad. Allí resolvió el duelo y tuvo todo el complemento para ampliar un resultado que no llegó a modificarse debido a los errores en la definición.
Durante la segunda mitad, Boca tuvo tres chances claras para viajar a Asunción mucho más relajado. Primero fueron los autores de goles quienes no supieron cómo resolver dos chances clarísimas. Ábila y Zárate despilfarraron dos jugadas merecedoras del grito sagrado. Pero no. Para colmo, Rodrigo Muñoz estuvo brillante en un gran tiro libre de Edwin Cardona y le negó el tercero al “Xeneize”.
Justamente, pese a no haber podido anotar su nombre en el marcador, el colombiano fue uno de los mejores de la cancha. De los 43 pases que dio, 33 fueron en campo contrario. Además, fue el que más centros envió y apareció por sorpresa tanto por derecha como por izquierda.
“Estoy contento porque todo salió como queríamos. Ganamos por dos goles, no recibimos ninguno y pude convertir. A veces, el ‘morfón’ me sale de adentro y, cuando la termino bien salen este tipo de goles”, remató Zárate, feliz por su debut en La Bombonera, con gol y triunfo incluido.
Boca hizo los deberes de manera perfecta. Ganó el duelo de ida, no recibió goles y demostró que le sobra variantes para ir en busca de la gloria, en un torneo que es casi una obsesión. (Especial)