En el cultivo de la caña de azúcar, la fertilización nitrogenada resulta una práctica fundamental para obtener cañaverales de altos rendimientos. Al tratarse de una labor de alto costo, resulta necesario coordinar todos los factores que permitan hacerla más eficiente. El equipo de trabajo del Programa Caña de Azúcar de la Eeaoc, coordinado por el doctor Eduardo Romero, realizó una serie de presentaciones sobre esta temática, en el marco del II Seminario Internacional en Caña de Azúcar. Este informe se complementa con lo publicado en este Suplemento la semana pasada.

El ingeniero Luis Alonso, de la Sección Agronomía, remarcó que “la necesidad de encontrar fuentes alternativas para la fertilización nitrogenada de menor impacto ambiental, que puedan aplicarse en superficie y que mantengan o mejoren los rendimientos, es un desafío importante en todo el mundo”. Desde hace cuatro años, la Eeaoc posee un convenio de trabajo con la empresa Yara Argentina para la evaluación del Nitrato de Amonio Calcáreo (CAN). Para ello se llevaron a cabo 18 ensayos en 12 localidades durante 4 campañas (2015-2018).

Los resultados de estos ensayos demostraron la factibilidad de poder reemplazar la urea por este fertilizante nitrogenado, que logra rendimientos similares a los alcanzados por este fertilizante tradicional.

El CAN, al estar constituido por formas químicas del “N” que se encuentran rápidamente disponibles para su absorción por raíces, puede lograr que la planta mejore la eficiencia en el uso de este nutriente, lo que permite utilizar menores dosis de “N”. Además, al tener muy bajas pérdidas por volatilización, permite su aplicación sobre la superficie del suelo, sin necesidad de equipos de gran potencia, transformándose en una alternativa de menor impacto ambiental. Por otra parte, no se observaron efectos negativos de este fertilizante en la calidad del jugo de caña de azúcar.

Los costos

Desde la Sección Economía y Estadísticas, la ingeniera Virginia Paredes presentó un estudio relacionado con el costo de aplicación de fertilizante nitrogenado en caña de azúcar, comparando diferentes variantes.

“El objetivo es valorar económicamente las distintas alternativas que intervienen en la práctica de la fertilización nitrogenada en caña de azúcar, para encontrar una combinación más efectiva en términos de sustentabilidad económica y ambiental”, señaló la profesional.

En este análisis comparativo destacó que para realizar la fertilización se debería:

• Considerar que cada situación es particular y las decisiones más efectivas dependerán de las variables específicas a analizar.

• Evaluar la necesidad y eficiencia de efectuar la aplicación con equipos diferentes, según la fuente nitrogenada que se utilice.

• Analizar los gastos de logística que cada alternativa conlleva.

• Conocer el consumo de energía de las distintas fertilizadoras y de la tarea de aplicar el fertilizante sobre la superficie del suelo o incorporarlo.

• Asumir la importancia de realizar esta labor de forma oportuna, ya que en Tucumán se disponen de 40 días para realizar de manera óptima esta práctica.

Cabe destacar que, el CAN, al tratarse de un producto que prácticamente no tiene pérdidas por volatilización, puede ser aplicado sobre la superficie del suelo (sin la necesidad de ser incorporado), utilizando maquinaria que requiere de una menor potencia (menor consumo de combustible) y permite una mayor velocidad de aplicación. Es decir, la labor de fertilización puede realizarse con menores costos y en menores tiempos operativos, logrando un mejor aprovechamiento del tiempo disponible para una oportuna aplicación.

Respecto del impacto de la fertilización nitrogenada sobre Diatraea sccharalis, la doctora Pilar Pérez, de la Sección Zoología Agrícola, indicó cuáles fueron las conclusiones de los ensayos que se vienen realizando. “En caña de azúcar se observó un aumento del daño de ‘plagas barrenadoras’ en parcelas fertilizadas con nitrógeno”. En Tucumán, estudios realizados por la Eeaoc determinaron una correlación positiva entre la fertilización nitrogenada agregado de vinaza y cachaza y el daño ocasionado por Diatraea sccharalis”, indicó Pérez.

En cuanto a los estudios de los efectos de la fuente nitrogenada la profesional señaló que: “en los primeros años de evaluación se observó una tendencia que indicaba que la fertilización con Nitrato de Amonio Calcáreo no aumentaba el daño de Diatraea a diferencia de la urea pero, en los últimos dos años, los ensayos mostraron resultados más aleatorios, por lo que se decidió encarar estudios más detallados, que permitieron identificar -durante el ciclo productivo de la caña-, la incidencia de numerosas generaciones de la plaga, variables entre años y condiciones agroecológicas”.

Con respecto al uso de energía en caña de azúcar, el ingeniero agrónomo Javier Tonatto, destacó los aspectos clave para mejorar la sostenibilidad del sector agroindustrial azucarero.

Los ámbitos económico, social y medioambiental son aspectos claves para generar la sostenibilidad de una organización, empresa, sector y país.

Estos factores son cada vez más evaluados y requeridos por el consumidor, el trabajador, el mercado, la sociedad y el ciudadano. Es así que cuantificar el uso de energía en las actividades, particularmente en el cultivo de caña de azúcar, permite identificar las áreas susceptibles de mejora. En base a esta información se puede adoptar tecnología que contribuya a la eficiencia global del sistema. El uso de fertilizantes nitrogenados más eficientes (en el uso del “N” y en el proceso de síntesis industrial) como es el caso del Nitrato de Amonio Calcáreo.

Este fertilizante permite reducir hasta un 33% el consumo global de energía del sistema, al ser acompañado con otras alternativas de tecnología disponible para el productor.