“Ya somos un equipo de Primera; ahora estamos trabajando para ser un club de Primera”. Con esta definición, Ricardo Seoane resumió el pensamiento de la comisión directiva de San Martín, sobre el objetivo prioritario que tienen en La Ciudadela.
El vicepresidente 1° de los “Santos”, y sus pares Federico Gassembauer y José Reyna estuvieron ayer a la mañana en el complejo “Natalio Mirkin” para presenciar esa fiesta deportiva que fueron los enfrentamientos de las divisiones Cuarta, Quinta y Sexta de los “albirrojos” contra las de Rosario Central.
Para los tucumanos no fue una jornada más de las Inferiores. San Martín inauguró el flamante campo de juego donde, a partir de ahora, las categorías menores del club serán locales en el torneo de la Superliga. Además se habilitaron los vestuarios para locales y visitantes, ubicados en el lugar conocido como la “Olla”.
Seoane se mostró complacido porque pudieron concretar un viejo anhelo. “Teníamos esta obra como prioritaria. Pretendemos que los pibes tengan sentido de pertenencia en nuestro predio. Nos llena de satisfacción observar la concurrencia masiva que, de un tiempo a esta parte, tiene el complejo. Queremos que esto se prolongue en el tiempo”, señaló el directivo.
Seoane agregó que la dirigencia sabe que los socios necesitan mayores comodidades para desarrollar las actividades que diariamente lo convocan al predio de Cebil Redondo. Debido a ello, anunció que prevén ejecutar otras obras importantes. “El crecimiento societario que tuvimos en los últimos tiempos nos obliga a encarar nuevas obras. Lo más ambicioso es la construcción de un salón multiuso, en la parte de adelante del complejo. Nuestra idea es que allí se realicen actividades sociales y charlas de las diferentes disciplinas que tenemos en el club. También tenemos pendiente el techado de la cancha de básquet y otras obras de menor envergadura, pero muy necesarias para la familia ‘santa’”, explicó el directivo, que además preside el departamento de fútbol profesional del club.
Jugar donde se entrena
El manager del club, Martín Seri, también mostraba su alegría por las obras realizadas. “Era algo que estábamos necesitando desde el mismo momento que nos confirmaron que participaríamos en las competencias organizadas por la AFA. Era indispensable que los jugadores pudieran disputar los partidos en el lugar donde diariamente se entrenan. No tengo dudas de que ellos están más contentos que nosotros, porque desde ahora serán locales en el predio”, consideró Seri.
Reconoció también la importancia del “tercer tiempo”, algo que la Superliga obliga a realizar tras los encuentro. “Esto sirve para confraternizar con los distintos planteles que enfrentamos”, indicó.