Fue noticia en todo el mundo: un cuadro del artista callejero Banksy se autodestruyó tras ser subastado el viernes en Londres por 1,4 millones de dólares, según confirmó la propia casa de subastas Sotheby’s.
Apenas fue vendida y ante el estupor de los presentes, la obra comenzó a pasar por una trituradora oculta en el marco, quedando hecha jirones, describe la agencia DPA.
El lienzo, pintado con espray y acrílico, mostraba uno de los motivos más icónicos de Banksy: una niña que intenta alcanzar un globo con forma de corazón y que apareció por primera vez como grafitti en Londres.
“A la una, a las dos, a las tres” (”going, going, gone”), escribió en Instagram el propio Banksy, cuya identidad se desconoce, acompañando la típica frase final de las subastas con una imagen de lo ocurrido con su cuadro. Pero además, contando cómo ubicó la trituradora en el marco.
La casa de subastas Sotheby’s asegura en su web que fue algo “inesperado” que “tomó por sorpresa al mundo del arte”. “El inesperado incidente se convirtió inmediatamente en historia del arte y supone la primera vez en la historia de las subasta en la que una obra de arte se tritura automáticamente tras ser vendida”, afirma la casa de remates.
“Parece que acabamos de ser Banksyados”, dijo Alex Branczik, director del departamento de arte contemporáneo en Europa de Sotheby’s, según el comunicado. Por el momento no está claro si al comprador de la obra se le devolverá el dinero.
Banksy, cuya identidad real es un misterio, es conocido por sus graffitis en las calles con una fuerte carga irónica al tratar asuntos políticos como el muro levantado por Israel en Cisjordania; ironía y crítica política a la vez, cuenta Reuters.