A una jubilada de 93 años se le multiplicó por seis el importe de la factura de gas que recibe, con respecto a igual periodo de 2017. Cobra haberes por $ 16.800, pero gasta casi todo en remedios y enfermera.

Según contó Mario Encinar, de Tafí Viejo, fue a la Defensoría del Pueblo a consultar por la factura de gas de su tía, de $ 4.412 bimestral.

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"La respuesta que me dieron en la Defensoría fue: 'Que consuma menos' -dijo Encinar-. En principio está bien facturado. Pero ella cobró hoy $ 16.800. Tiene $ 4.600 de farmacia y $ 12.000 de cuidadora".

La mujer, cuyo nombre prefirió mantener en reserva, vive sola. No puede hacer uso de la tarifa social porque tiene dos servicios a su nombre, ya que tenía dos propiedades y no regularizó el dominio después de transferir una de ellas.

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Si bien el aumento en el consumo se debe a que este año usó mucho la calefacción, Encinar sostiene que la facturación le parece excesiva. "No le queda resto para comida impuestos y otros servicios -remarcó- ¿Qué otra opción tenía? ¿Morirse de frío?".