Muchos buscarán las razones de por qué San Martín no ganó; de por qué perdió dos puntos y hasta casi tres (Carranza fue la figura) ante un Talleres que tampoco demostró grandes cosas en Córdoba. El equipo de Walter Coyette pudo rescatar sólo un empate por no saber concretar las pocas ideas que tuvo.
No jugó bien el "Santo". Abusó demasiado de buscar ensanchar la cancha. Y si bien cosechó un poroto con la igualdad en cero, esta "máquina perfecta" que demostró la semana pasada ante Racing lo que puede hacer en el campo de juego, perdió precisión en el estadio "Mario Alberto Kempes".
Porque su juego no pareció estar tan aceitado, y el castigo a esos desperfectos del conjunto de Coyette no fue otro que la pérdida de puntos, justo cuando más tiene que sumar.
Los números hablan: San Martín sigue sin convertir de visitante. Lleva ocho sin ganar, con tres empates y cinco derrotas. Su última victoria fue en abril, tras el 2-0 a Juventud Unida de Gualeguaychú, en la B.
Esos números, justamente, hacen que en la Supeliga esté relegado en la tabla y en zona de descenso para la próxima temporada.
Y en Córdoba, San Martín y Talleres hicieron pocos méritos, sólo crearon peligro durante una ráfaga y se olvidaron de jugar al fútbol. Se hicieron desear. Y si uno pone en la balanza esta presentación, la sensación aplazaría el dictamen de estos dos equipos.
Ambos hicieron un partido, de a ratos, aburrido; en el que se quedaron en deuda, pese a que de entrada se catalogó como un match de seis puntos.
El duelo arrancó parejo, con un Talleres más ofensivo. Pero el "Santo" no salió a meterse atrás sino que desde intentó pararse de igual a igual. Sin embargo fue el equipo local quien tuvo mayores situaciones durante la primera mitad.
Ramírez fue el más peligroso de Talleres, quien en diferentes oportunidades tuvo chances ante el arco de Carranza, que respondió bien. Pero el Taca Bieler fue quien tuvo la más clara tras un remate en el área que salvó Herrera, el arquero de la "T".
El estado del campo, además, condicionó por momentos a ambos equipos produciendo que se pierdan jugadas.
En la segunda etapa, el visitante salió más decidido y Talleres aprovechó para salir rápido de contra.
El partido se hizo de ida y vuelta, con el Ciruja buscando y el local respondiendo. Pero no pasó a mayores.
Fue un empate para San Martín. Un empate que, a fin de cuentas, sirve. Pero hasta ahí nomás...