Se lo nota preocupado a la distancia, y no es para menos. La crisis política que atraviesa el Instituto Nacional de Teatro (INT) y las dificultades económicas en el país afectan la producción artística nacional y se cuela por todos los espacios de debate y análisis, como las Novenas Jornadas de Investigación Teatral que se desarrollarán entre hoy y mañana en la sala Paul Groussac de la Facultad de Artes de la UNT, organizadas por Teresita Terraf, el único espacio de esta naturaleza en todo el NOA.
A las 20, Jorge Dubatti estará abriendo formalmente el evento a la distancia. Lo hará mediante una videoconferencia sobre el tema “Los estudios teatrales en la encrucijada latinoamericana”, en el que no eludirá la conflictiva situación argentina.
“Podemos encontrar algunos lineamientos generales en todo el país en lo que hace a la producción, aunque se piensa en particular el teatro que se hace en cada lugar. Las tres grandes líneas son el teatro independiente, el oficial y el comercial. Si entendemos la Argentina como una comunidad de sentido y de destino, las atraviesan de punta a punta. En términos de posibilidad de producción, ni el espectador ni los grupos tienen dinero. Tenemos una gran tradición de hacer de necesidad, virtud, pero estamos viviendo carencias y problemas tremendos por la pobreza que existe”, le dice a LA GACETA.
- ¿Se atraviesa uno de los peores momentos en el INT?
- Sí. Indudablemente esa crisis afecta el teatro de todo el país porque desde su creación hace 20 años, el desarrollo nacional cambió. Hay un antes y un después del INT y es muy importante que funcione bien, tenga autonomía, se respete a los integrantes que fueron elegidos por sus valores y su trayectoria y se mantenga su espíritu federal. En su seno deben resonar las voces de todo el país, porque no hay un criterio uniformante: hay necesidades, carencias y desarrollos distintos entre las provincias, y una política cultural tiene que atender esas diferencias.
- ¿Se puede pensar en la situación teatral continental sin poner la mirada en lo cercano?
- Tucumán es parte de Argentina y de América Latina, y todas integran una misma cartografía. La situación de los estudios teatrales demuestra que los tucumanos están absolutamente sincronizados con el resto del continente. Los trabajos que han realizado en esta materia han avanzado muchísimo respecto de otros tiempos, y así lo demuestran estas jornadas. Los estudios que se están realizando en la provincia son muy representativos de la región.
- ¿Qué los identifica?
- Primero, el reconocimiento de una ampliación del campo del teatro, que ya no es solamente la dramaturgia en una sala sino mucho más, como lo performativo y lo liminal. Luego viene la valorización de los teatreros como productores de teoría y de conocimiento; la generación de las ciencias del arte, a partir de un pensamiento científico de los investigadores artistas y el pensamiento crítico de proyección regional, para no abrirnos al teatro del mundo sino a lo próximo, en una cartografía local.
- ¿Hay una elaboración intelectual compleja?
- Tengo la suerte de conocer bastante lo que está pasando en el país, y la teatrología tucumana es riquísima, tanto dentro como fuera del ámbito de la UNT, con teatreros que están produciendo un pensamiento tremendamente original. Tucumán es una decidida protagonista en el universo.
- ¿Qué trascendencia tienen estas jornadas?
- Nos sirve para compartir ideas. Yo voy a hablar de lo que estoy pensando en Buenos Aires y escucharé atentamente lo que dicen en Tucumán. Todos estamos pensando cosas distintas y eso es maravilloso, porque el país se volvió multicentral. Ya no hay gurús ni una ley universal, sino que cada uno piensa sin que nadie le diga qué pensar. Leemos a todos, sea norteamericano, europeo o brasileño, pero sentimos que nadie nos dirá la justa. No hay tablas de la ley que permiten entender todo.
COMIENZA HOY
• A las 15 en la sala Paul Groussac (Alberdi 71).