El empresario maderero Miguel Reginato, analizó para LA GACETA Rural el presente de la implementación en Tucumán de la ley provincial sobre enriquecimiento de bosques nativos, las posibilidades de inversión y las perspectivas que la actividad tiene en nuestra provincia, con motivo de la realización, el miércoles último, de una Jornada Forestal en la localidad El Cajón, departamento Burruyacu.

- ¿Tiene importancia la forestación en Tucumán?

- Claro que sí. ¿Alguien quiere tener un ahorro? La forestación es la mejor forma de tenerlo, además de los beneficios que genera en el medio ambiente y en toda la población. Además, la demanda mundial creciente hace repuntar los precios, y además hay una demanda en franco crecimiento.

- La comercialización de madera, ¿por qué carriles se desarrolla?

- Todo tiene que ver con el tipo de energía para el cual se la consume, que puede ser calórica, eléctrica u otras, cuyas demandan son firmes y existen.

Hoy, el mundo se desarrolla por el rumbo de las energías alternativas: son mejores porque no generan contaminación, y todo es el resultado del uso de la biomasa, que hoy tiene un balance neutro entre lo que consume y genera.

En el caso de la energía de la biomasa, se pueden generar las 24 horas del día; en la energía eólica, trabajan 12 de las 24 hs; y con la energía solar, entre 8 y 10 horas por día, cuando el cielo está limpio. Entonces, con el paso del tiempo, la única energía y confiable será la biomasa.

- ¿Hay proyectos para trabajar con biomasa en otra escala?

- Tenemos un convenio con el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), donde estamos desarrollando un gasificador de madera, para hacer funcionar motores de combustión interna. Faltan unos meses más de desarrollo. Este es un proyecto que nunca se había hecho en la Argentina; existen ejemplos en India, EEUU e Italia. Por ejemplo, en la India, el 38% de la energía proviene de gasificación de la biomasa. En el caso de la Argentina, estimo que para el año 2022, el 20% de la energía en nuestro país tendrá su origen en fuentes como biomasa, hidráulica, eólica y solar.

- ¿Por qué no crece la actividad maderera en Tucumán?

- No crecemos porque estamos enfermos de “cortoplacismo”, así somos los argentinos. No pensamos ni siquiera en el largo plazo. Pero plantando árboles hacemos bien al medio ambiente, y también tenemos un muy buen negocio a futuro.

- ¿Tucumán tiene futuro en cuanto a desarrollar la forestación?

- Tenemos un futuro fantástico. No entiendo cómo es posible que, en el caso de la madera, Tucumán produce sólo el 5% de toda la madera que consume. Entonces, ¿por qué no quieren invertir en árboles? Y la madera producida puede consumirse en el campo, en sus distintas actividades o como chips y otras aplicaciones.

- Para que haya más inversiones, ¿hay que modificar la ley vigente?

- Hoy, en Tucumán tenemos una ley vigente, la N° 7021. Es una ley propia, y también existen varias leyes y normativas nacionales.

En Tucumán, nuestra ley es muy importante, pero falta un mayor compromiso del Gobierno en cuanto a promocionar la inversión para desarrollar la forestación. La Secretaría de Agricultura trabaja mucho en este sentido, pero necesita más fondos y ayudar en la generación de proyectos.