Ahí, en uno de los reductos gastronómicos ineludibles para los turistas que llegan a Tucumán, los tres hermanos Conta correteaban, hacían de las suyas y observaban. Aprendían sin darse cuenta: a oler, a mezclar, a combinar sabores, a atender al público. Cuando se hicieron más grandes decidieron asociarse y armar su propio restaurante, especializado en carnes a las brasas. Y ahora, casi por casualidad, se ganaron una plaza para competir en el primer Torneo Internacional de Parrilleros que se organiza en Sudamérica.
La historia comenzó con un desencuentro. Damián, el mayor de los Conta (40 años), había decidido montar un puesto en la Expo Asado 2018. Y en un principio, sus hermanos no le hicieron el aguante. “Para nosotros era muy complicado dejar el restaurante los cinco días de la Expo e internarnos en la Rural. Entonces Damián decidió hacerlo con un amigo. La cosa es que el amigo se borró a último momento y bueno... ahí nos arremangamos y agarramos el desafío”, cuenta Matías (37), a un paso del viaje a Valdivia, Chile, donde se medirán con asadores de América y Europa, ante un jurado internacional destacado.
En la Expo Asado 2018, la gran feria de asadores organizada por el chef Luciano Vallejo en la Rural, los Conta le pusieron nombre al proyecto: “Chancho Hermanos”. “El nombre es chistoso, y nos cerraba por todos lados: somos hermanos, somos muy unidos y muy parecidos físicamente. Además, en la Expo Asado nos presentamos con unas ribs (costillas) de cerdo a la barbacoa que hicieron furor”, explicó. El tercer miembro de los Chancho Hermanos es Patricio, de 36 años.
La competencia
Además de los tucumanos, únicos representantes del NOA, del resto del país habrá concursantes de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires. Paraguay, Brasil, México, Chile, Venezuela son otros de los países presentes, más algunos europeos. Para el desafío, los organizadores proveerán cinco tipos de carnes: vaca, cordero, pollo, cerdo y pescado. A eso se le suma un menú vegetariano, como para no dejar afuera a nadie. Con todo eso, tendrán que hacer sus propias recetas, lo más originales posibles y representativas de sus lugares de origen. No hay límites respecto de las técnicas, siempre y cuando sea a las brasas.
“Estamos pensando en hacer unas empanadas de costilla asada. Nosotros ya hicimos empanadas de carne asada y es un lujo. Tenemos que hacer todo allá, incluso la masa de las tapas... de acá llevaríamos algunos condimentos muy específicos, pero hay que trabajar con los ingredientes que ellos nos brindan y el control es muy estricto”, describió Matías.
Respecto del pollo, una carne que según su experiencia está teniendo cada vez más aceptación luego de años de cierto desprecio, es posible que usen la técnica de cocción “al hilo”, que hizo famosa Francis Mallmann. Consiste en colgar los “bichos” con hilos y que pendan sobre el fuego, en una cocción lenta que le brinda un sabor inigualable. “Estuvimos preparándonos mucho en varias técnicas, hicimos cursos, sobre todo en lo que llamamos asado de campo”, contó. “El pollo tiene una carne muy versátil, que se presta para una enorme variedad de preparaciones y tiene un gran potencial, así que estamos entusiasmados”, agregó. Los concursantes deben, además, presentar una memoria descriptiva de la receta por escrito.
El premio es jugoso como el punto de una buena picana: el primer galardón es un pase directo al Mundial de Asadores, que tendrá lugar en Suiza el año que viene, además de U$S 1.000 en efectivo, el honor y los sponsors que podrían entusiasmarse. El torneo está organizado por la Asociación Chilena de Parrilleros y cuenta con el apoyo de la World BBQ Association y los tucumanos fueron invitados por la Asociación Argentina de Parrilla & Barbacoa.