Con la llegada de las nuevas plataformas, que permiten ver un capítulo tras otro sin parar, se ha comenzado a generar un patrón de consumo y el aumento de gente que no para hasta terminar la serie o en su defecto, ver cinco o más episodios seguidos. Según Netflix, 8,4 millones de personas en todo el mundo devoran una serie el día de su estreno de un solo tirón.
Esta cifra muestra como en tres años, desde la última vez chequeado, se ha multiplicado por 20 la cantidad de usuarios que devoran una temporada el día de estreno.
¿Nosotros controlamos a Netflix o Netflix nos controla a nosotros?Según Elena Neira, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en España, esto se debe a múltiples razones.
“La primera es que, a diferencia de la emisión semanal tradicional propia de la televisión, la mayoría de las plataformas apuesta por subir todos los capítulos de una temporada de golpe, dejando en manos del espectador el ritmo de su consumo”, afirmó la profesora.
El primer adicto a Netflix se encuentra en rehabilitaciónAsimismo, el sitio permite el consumo multipantalla y a la posibilidad de saltarse los créditos de entrada y salida, facilitando el consumo.
Las series de ficción, terror y suspenso son las más propensas a ser consumidas de una sola vez. De hecho, la continuidad de capítulos tienen más éxito que las películas en estas plataformas “porque garantizan más horas de ocio que las películas y una gratificación instantánea periódica, y se crean audiencias más fidelizadas”, manifestó la experta.
“Este consumo crea un mayor apego y camaradería entre el espectador y los personajes que el contenido ofrecido semanalmente”, considera Neira. Esto se debe, según detalló, a que al ver una serie se activan las mismas áreas en el cerebro que cuando vivimos una experiencia real.
“Hay estudios que alertan sobre el detrimento cognitivo y psicológico que puede provocar la inmersión que genera el atracón de series, que puede derivar en aislamiento y hasta en devaluación de las experiencias personales diarias”, reveló la docente.
“Ante una maratón de series, el cerebro genera dopamina, una señal química relacionada con el placer”, afirma Diego Redolar, neurocientífico y profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC. Ello favorece una recompensa natural e interna de placer que refuerza la relación con esa actividad, y el cerebro envía sensaciones positivas al cuerpo para que continúe con esa tarea.
Según Redolar, algunos informes han sugerido que, después de un atracón de series, las personas pueden sentirse físicamente exhaustas y con un estado de ánimo emocionalmente bajo. En esta línea, algunos usuarios afirman que, una vez finalizada la serie, sienten un vacío como resultado de este fenómeno de inmersión-evasión.
La ‘inmersión’ ayuda a las personas a sumergirse en historias que les proporcionan entretenimiento y las alejan de las preocupaciones diarias. De hecho, tal y como se ha publicado recientemente en un artículo de Flayelle y colaboradores en la revista ‘Journal of Behavioral Addictions’, “las personas que por ejemplo vuelven a mirar una serie que ya han visto lo hacen para recuperar el placer que habían sentido previamente”, detalló el neurocientífico.