Mientras habla con LG Deportiva, Tomás Cuello intenta ser lo más prolijo en cada una de las palabras que luego utilizará para recitar sus sensaciones. Busca compensar entre toques medidos y remates fuertes propios de alguien que siente no haber encajado en un plantel cuya cosecha habla de una campaña histórica en Primera y que está con chances de acceder a la próxima Copa Libertadores 2020. “Estoy feliz por el grupo y por todo lo que ha logrado”, reconoce “Tomy” casi excluyéndose de entre quienes construyeron esta temporada de ensueño.
19 años tiene Cuello. Es uno de los mayores proyectos formados en las inferiores del “Decano”.
Antes de conversar con este diario, el volante ofensivo, desde hace tiempo una de las principales joyas de Atlético con quizás destino de fútbol europeo, habló para un medio partidario de Fiorentina (“Fiorentina.it”), club donde los goles de Gabriel Batistuta lo convirtieron en un célebre e inmortal ídolo. A LG Deportiva Cuello le confesó haber tenido grandes chances de partir hacia Italia en enero pasado, a Inter o a la “Fiore”. “No sé por qué no se dio, pero bueno. Hablé de lo que pasó. Fue una nota, solamente”.
"Hace casi dos años se habló de la chance de emigrar a Italia, primero a Inter y ahora a Fiorentina. Mi abogado está haciendo todo lo posible".
Lógico, la siguiente pregunta fue, ¿qué te pasó?: “ahora estoy lesionado, pero en su momento creo haber merecido la oportunidad de jugar en Atlético. No me quejo, pero me hubieran dejado ir mediante un préstamo o una venta, así yo ganaba experiencia. Porque, la verdad, acá, más allá de la lesión que tengo ahora no he jugado nada”. ¡Bang!
En esa descarga emocional en un curioso y tranquilo tono como quien recién se levanta de una siesta reparadora, Tomás desligó del asunto a Ricardo Zielinski. Su desilusión no es contra el entrenador. “Él siempre habló conmigo y respeté sus decisiones. Me dijo que me iba a llevar de a poco. Entendí lo que él quería de mí. El problema fue cuando renové mi contrato el año pasado. Los dirigentes me dijeron que iba a jugar. No fue así. No sé por qué, pero bueno. Me bajoneó eso. Ahora lo único que quiero es que, si surge la oportunidad de irme, que me den la chance. Fiorentina fue una historia del pasado que quizás se torne una realidad a futuro. Si se concreta, ojalá sea con una oferta beneficiosa para el club. Jamás cagaría a Atlético (sic). Me dio todo”. En paz, y sin prisa, Cuello sabe hacia dónde quiere redirigir su destino deportivo y, según parece, puede ser lejos de Atlético. Desde la CD optaron por llamarse a silencio. No desean polemizar.
"Las cosas aquí son bastante difíciles para mí y una transferencia sería algo hermoso. Espero que en el próximo mercado se llegue a un acuerdo".
“Si acercan oferta por mí, me gustaría sentarme a hablar y llegar a un acuerdo. Quiero quedar bien con el club, no irme de la peor manera”, sostiene Tomás, y sigue. “No estoy enojado con nadie. Ni con el técnico ni con el club. Sólo estoy dolido, y pido que si no tengo la oportunidad de jugar, que se me den la chance de cambiar de aire para sumar experiencia y crecer en mi carrera en otro lado”. Esta historia continuará.