Investigadores en ciberseguridad advirtieron sobre la circulación de correos electrónicos que parecen provenir de Netflix y en los que se pide a los clientes la actualización de datos de la cuenta. Según los expertos, es un truco para robarles la información de sus cuentas bancarias.
Estos correos, que tienen el logo y la estética de la plataforma, indican que se registró una actividad sospechosa en la cuenta del cliente y le piden verificar la información de su inicio de sesión.
Si se cliquea el botón "Actualizar" -en el link no se identifica de primera mano que la web a la que dirige no corresponde a ninguna dirección oficial del servicio Netflix-, se ingresa a una dirección que hace referencia a un supuesto equipo de Netflix, según advirtieron investigadores de la empresa eslovaca Eset.
La pantalla a la que se accede "copia a la perfección el sitio original", señalaron los investigadores, e indicaron que en vez de pedir usuario y clave, solicita el ingreso de los datos de la tarjeta de crédito asociada a la cuenta.
Después de que el usuario completa la información solicitada, se lo redirecciona al portal original de Netflix, "habiendo logrado el cometido del robo de credenciales de acceso y los datos de pago de la cuenta".
"En un análisis un poco más exhaustivo no se pudo verificar que se realizaran segundas acciones como la descarga de algún malware o la ejecución de algún código adicional que afectara los recursos de la máquina, con lo que se puede interpretar que se trata de una campaña que busca únicamente el robo de información personal", analizó Camilo Gutierrez, jefe del Laboratorio de Eset Latinoamérica, informó Télam.
Esta información se usa "presumiblemente para vender en el mercado negro (la venta de los datos de una tarjeta de crédito activa ronda los 45 dólares en la Dark Web), o bien para utilizar en otros ataques dirigidos", agregó en un comunicado.
Estos correos constituyen un nuevo ataque de "phishing" -como se llama a los engaños para atraer a las víctimas a réplicas de sitios web para robarles datos o dinero, o para instalarles malware-, una estrategia cibercriminal que crece más que cualquier otra.
De hecho, según informó Télam a finales del año pasado, el phishing fue el tipo de cibercrimen más detectado en 2018 en todo el mundo y significó en el segundo semestre el 35% del total de ataques.