La Justicia sudafricana inició ayer audiencias para estudiar si enarbolar la antigua bandera que simbolizó al régimen de segregación racial del apartheid se debe considerar “discurso de odio” y, por tanto, punible por la ley.
La vista del caso empezó en Johannesburgo en la Corte de Igualdad de Sudáfrica, un tribunal con competencia en asuntos relacionados con la igualdad de derechos y los principios de no discriminación establecidos por la Constitución.
La causa contra el “despliegue gratuito” de la bandera está impulsada por la Fundación Nelson Mandela -que vigila el legado del fallecido Nobel de la Paz y primer presidente negro del país-, con el apoyo de otras organizaciones civiles e instituciones, como la Comisión Sudafricana de Derechos Humanos. En su presentación judicial en la primera audiencia, la fundación argumentó que cualquier uso del estandarte que no tenga fines justificados, como “periodísticos, académicos o artísticos”, debe considerarse un acto de “discriminación”, de “acoso” y de “discurso de odio” contra la población negra del país, “que vivió oprimida durante casi medio siglo por culpa del apartheid”.
Frente a ellos, el grupo de presión afrikáner Afriforum defiende que blandir la bandera no se puede penalizar por ser una cuestión de libertad de expresión. (Télam)