El productor sojero Luis González, que desarrolla su actividad en campos de la zona de La Cocha y alrededores, trazó un panorama completo sobre la evolución que tiene la campaña de cosecha de soja 2018/2019 en esa zona productiva de Tucumán, oportunidad en que reconoció el problema que constituye para el agricultor el exceso de humedad en el campo y en las plantaciones, el efecto negativo económico que significan los “granos manchados” por la pérdida de calidad y la necesidad de someter a “secado” a los granos recolectados excesivamente húmedos. Acá presentamos los principales conceptos que dejó durante el diálogo con LA GACETA Rural.

Área de cobertura de las lluvias: Los campos sojeros ubicados en las cercanías de la zona pedemontana de Tucumán son los que tienen más problemas con el exceso de humedad en las plantas y en los lotes. Los dos últimos temporales que tuvimos impactaron negativamente, por lo que la cosecha de soja está demorada; esto significa que en la zona se haya avanzado entre un 30% y un 35% del área sembrada. En mi caso me quedé un poco con la trilla, pude entrar más temprano, pero luego las lluvias me detuvieron. Lo cierto es que las plantas están muy mojadas, así que quienes cosecharon con agua tuvieron que pagar un precio más caro por el secado del grano. Por ejemplo: tenemos una soja con humedad de entre el 15% y el 17%. El costo es de U$S 3, por punto de humedad excesivo; con un rinde de 3.000 kg/ha, significa que por secado se pagan U$S 9/ton de grano secado, que significan unos U$S 27/ha, que es un costo alto para agregar a nuestra ecuación económica.

¿Qué es preferible hacer?: A veces es preferible trillar la soja con humedad y no esperar, porque después se pueden perder kilos en el rendimiento final de ese lote mojado, por lo que ese tiempo de espera no debe ser muy prolongado. Además, cabe aclarar que cuando las plantas de soja están muy húmedas, las máquinas no pueden trillarlas, reduciéndose el avance en los lotes.

En el caso de los campos del sur de Tucumán, en la zona de La Cocha y Taco Ralo, por ejemplo, ese exceso de humedad y de lluvia se traduce en mayores problemas logísticos: por falta de camiones y por caminos en muy mal estado. En mi caso, para dar una vuelta de 25 km, deben andar otros 90 km por el mal estado de los caminos, y eso se traduce en un mayor costo de combustible y en fletes más caros. Además, cuando se pueda entrar a los lotes habrá que ver si contamos con camiones suficientes, porque sabemos que muchos fleteros se volvieron a Córdoba porque allí se atrasó la trilla de soja.

Los granos manchados: Ahora empezaron a aparecer por el exceso de humedad, lo que se traduce en problemas de calidad y más descuentos para el productor. Hasta ahora, hay poca presión de esos “granos manchados”, pero no hay que descuidarse. También hay pocas detecciones de “picudo”, pero si la humedad se mantiene o aumenta, los lotes más húmedos sufrirán ataques de “picudo” y de “chinches”, que significan más problemas para el productor sojero.

¡Hay que pagar el secado!: Creo que es mejor sacar, levantar, los granos de soja de los lotes y pagar el secado; esa extracción habría que hacerlo hasta, como límite, con una humedad del 18%, y así evitar perder más valor con la disminución de la calidad de la oleaginosa cosechada. Pero tampoco se puede sacar “soja para semilla”, donde el máximo de humedad permitida es del 15%, lo que significa otro problema más para el productor sojero.

Como conclusión, puedo sugerir que cuando disminuya la humedad hay que tratar de sacar rápido los granos de soja de los lotes, y poner más maquinarias a trabajar para reducir los tiempos y los costos.