Aquello a lo cual es imposible sustraerse, faltar o resistir; carencia de las cosas que son menester para la conservación de la vida. La necesidad es amiga del ser humano desde su origen. La ley es poderosa, pero más poderosa es la necesidad”, sostenía el poeta alemán Goethe. Una de las tantas cosas que necesitan los tucumanos tiene que ver con las rutas y caminos que no siempre se hallan en buen estado o que por el crecimiento del parque vial, se han vuelto peligrosos para la vida.

La ruta provincial N° 315, conocida como el Camino del Perú, pasa por el ex ingenio San José, la Curva de Los Vega, Villa Carmela y desemboca en Tafí Viejo. Cada vez se hace más difícil circular por allí por su estrechez y porque hay sectores en los que el pavimento está deteriorado. Pero también padece otros inconvenientes, como la falta de una señalización adecuada, un gran caudal de vehículos de diferente porte que circulan a gran velocidad y choferes de colectivos que se convierten en una amenaza constante por la forma en la que conducen. A ello se suma un canal ubicado a su vera, sin ningún tipo de protección, que pone en peligro a todos los habitantes, especialmente a los niños que concurren a escuelas y colegios de la zona.

Hace poco tiempo un lector de nuestro diario solicitó que se señalizara la ruta a la altura de la calle donde confluyen tres barrios, porque los conductores alcanzan altas velocidades y ya se habían producido accidentes, algunos de ellos mortales. “Triple choque en la Curva de los Vega: un auto terminó volcado en medio de la ruta. No hubo víctimas fatales ni heridos de gravedad”, se tituló nuestra crónica policial del 4 de mayo pasado.

En el programa “Panorama Tucumano” de LA GACETA Play de julio pasado se abordó la situación del proyecto postergado que pretendía duplicar el ancho de la calzada de la ruta N° 315: de los siete metros actuales a 14, de modo que el camino tuviera dos sentidos de circulación al norte y dos al sur. Como una de las alternativas para descongestionar la ruta 315 se había considerado ensanchar y mejorar las condiciones de la avenida Fanzolato, un camino paralelo al Camino del Perú, que podría conectar con la ruta 315 en la zona de Villa Carmela, generando así una nueva vía. Para concretar la idea, los intendentes de Yerba Buena y Tafí Viejo solicitaron el aporte del Gobierno nacional.

El representante de la Ciudad Jardín contó que la Nación le respondió que la obra no podía realizarse porque había muchas casas que había que retranquear y algo similar ocurriría en algunos puntos estratégicos como la iglesia de San José o la Sociedad Rural. Su colega taficeño afirmó que no habían logrado que el Gobierno nacional financiara el proyecto, y “lamentablemente, de acuerdo con la perspectiva política y económica del país, va a ser complicado que esto ocurra”.

Por la ruta provincial N° 315 circulan a diario miles de tucumanos, que deben soportar las penurias propias de un camino cada vez más colmado de vehículos, en el que muchos conductores aprovechan para exhibir su vocación de transgredir las normas viales, como consecuencia de controles prácticamente nulos. Se debería tomar alguna medida al respecto por tratarse además de una zona densamente poblada, donde la inseguridad está haciendo estragos desde hace tiempo.

A menudo los gobiernos municipales pasan y los problemas que afectan a los vecinos quedan. Sería bueno si las próximas gestiones dieran una solución a este problema que afecta la calidad vida de miles de comprovincianos.