BUENOS AIRES.- Las posturas divididas en la Unión Cívica Radical (UCR) quedaron zanjadas con una votación, en la que se definió la continuidad en la alianza Cambiemos, aunque con condiciones relativas a la participación en los armados electorales.
El encuentro, que comenzó antes de las 15 de ayer en el Parque Norte, contó con la participación de más de 300 representantes de todo el país. Cerca de las 21, por mayoría, la Convención Nacional aprobó el documento acordado entre los principales sectores internos, a través del cual se ratifica la pertenencia de la UCR a Cambiemos, con el PRO y la Coalición Cívica (CC). A la vez, el escrito dispone la constitución de una comisión de Acción Política, con el objetivo de que esta tenga un amplio poder de negociación con los socios partidarios.
La extensa deliberación tuvo momentos de tensión, que incluyeron insultos a oradores desde el salón. Se escucharon además los planteos disidentes, entre ellos del sector rebelde de Ricardo Alfonsín, que votó en contra del planteo aprobado, y del histórico Luis “Changui” Cáceres, quien también manifestó fuertes cuestionamientos.
El presidente del comité nacional de la UCR, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, fue uno de los principales negociadores para alcanzar consenso interno. Había anticipado el pronunciamiento “categórico” a favor de que la UCR permanezca en la coalición gobernante, pero con el agregado de “reformularla” y “ampliarla” a otras fuerzas políticas. El objetivo, dijo, es lograr que sea más horizontal, “como tienen en Uruguay y en Chile”. Y agregó: “a la coalición no la puede manejar el presidente (Mauricio) Macri, a gusto y piacere”.
El mendocino defendió el diseño de la comisión de Acción Política, que integrará con los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes), y con tres miembros de la mesa directiva del Comité Nacional de la UCR. El mandato apunta a extender Cambiemos, así como también su “fortalecimiento” e “institucionalización”.
El vicegobernador de provincia de Buenos Aires, Daniel Salvador, tuvo un rol activo en el documento final, que comenzó a redactarse durante una reunión en la sede de calle Alsina al 1.800. Se moderó el texto original, que había difundido Cornejo, y se acercaron posturas con Salvador, “número dos” de la gobernadora María Eugenia Vidal y miembro del grupo más cercano al PRO. También tuvieron injerencia los titulares del interbloque Cambiemos, Mario Negri (Diputados) y Luis Naidenoff (Senado), y los dirigentes José Cano (diputado por Tucumán), José Corral, Ángel Rozas, Ernesto Sanz, Ricardo Gil Lavedra, Emiliano Yacobitti y Walter Ceballos.
La posición final del partido fue mantener la alianza que la UCR mantiene desde 2015 con el PRO y la CC, que conduce Elisa Carrió. Se avanzó sin embargo para que en la próxima instancia electoral nacional la coalición se “reformule, amplíe, se fortalezca, mejore y se institucionalice”.
Además, se otorga un mandato a la Comisión de Acción Política para que negocie con sus socios todas las cuestiones electorales, desde la integración de la fórmula presidencial y la composición del frente electoral hasta lineamientos que seguirán los distritos priorizando el armado de listas por consenso o, en su defecto, habilitando las primarias abiertas dentro de la alianza.
A pesar del enojo, los “rebeldes” alineados al referente nacional Alfonsín advirtieron que “no sacarán los pies del plato”; así, según voceros del sector, no se marcharán de la Unión Cívica Radical, a pesar de haber resultado derrotados en la decisión de la Convención Nacional. (Télam)