Cuando faltaban seis días para que los comicios, la Junta Electoral Provincial (JEP) se quedó sin uno de sus tres miembros. El ministro público fiscal, Edmundo Jiménez, se excusó ayer por decisión propia del órgano de contralor. El ex funcionario alperovichista adujo “violencia moral”, a partir de los planteos recusatorios y las sospechas de presunta imparcialidad expresadas en su contra por el radicalismo aliado a Vamos Tucumán.
En 2015, a menos de 48 horas de la votación, el jefe de los fiscales también había quedado afuera de la JEP luego de un reclamo opositor, aunque en esa ocasión había sido como consecuencia de un decisión de la Sala III de la Cámara en lo Contencioso Administrativo.
Hasta anoche, el presidente de la Junta Electoral, Daniel Posse (titular de la Corte Suprema de Justicia), y el vocal Washington Navarro Dávila (a cargo del Ministerio Pupilar y de la Defensa) no habían resuelto quién ocupará el lugar de Jiménez, según confirmaron fuentes de ese organismo. En los comicios de 2015, ante una situación similar, había sido designada Ana María Rosa Paz, fiscala de I° Instancia en lo Civil, Comercial y del Trabajo de la Justicia provincial.
Ayer Jiménez envió un escrito a Posse y Navarro Dávila. El ministro fiscal les afirmó que optaba por excusarse de integrar la JEP debido a “la violencia moral que le generan las expresiones vertidas” en el pedido de recusación impulsado por el radical José María Canelada, quien se presenta a la reelección por Vamos Tucumán. También se refirió al “discurso político de público conocimiento expresado por una candidata”. La alusión sería a la senadora Silvia Elías de Pérez, postulante a gobernadora por Vamos Tucumán, quien había anunciado en el debate organizado Panorama Tucumano (el ciclo de los miércoles de LG Play) que, en caso de resultar electa, propiciaría la destitución de Jiménez. “Estas situaciones promueven que se ponga en crisis la imagen de imparcialidad de la Junta Electoral”, señaló el ministro fiscal. Posse y Navarro consideraron “atendible y conforme a derecho” la excusación de Jiménez. Advirtieron que la aceptación de su apartamiento “signifique poner en duda la imparcialidad con la que se condujo el ministro público fiscal durante su actuación” en la Junta.
El planteo
El 17 de mayo, Canelada había elevado un escrito ante la JEP para recusar la participación de Jiménez en el órgano con competencia electoral. En un texto de 10 páginas, el legislador radical argumentó que sentía “temor de parcialidad” por parte del ministro fiscal en contra de su postulación. Recordó una serie de acciones judiciales impulsadas contra el jefe de los fiscales, entre ellas, un amparo para requerir el acceso a la información sobre el personal designado en el Ministerio Público bajo su mandato. Además, señaló que a su criterio está probada la “estrecha vinculación” de Jiménez con el senador José Alperovich y con el gobernador Juan Manzur, ambos candidatos al Ejecutivo.
La JEP rechazó la presentación la semana pasada. “Toda persona lleva sobre sus espaldas un bagaje de experiencias y trayectoria, y ello no puede resultar un estigma”, advirtieron Posse y Navarro Dávila. Remarcaron que la designación de Jiménez “como funcionario constitucional se encontraba dentro de las facultades del entonces jefe del Ejecutivo”, que era Alperovich. “La Legislatura prestó acuerdo”, señaló la Junta. Y agregó: “no surge acreditado que el hijo del recusado (Reinaldo Jiménez) haya accedido a postulación para cargo alguno, ni participa de la contienda eleccionaria; por ende, no existe una relación directa del vocal recusado con alguno de los postulantes”. Y consideró que “la recusación se basa en causales pretéritas, carentes de actualidad, y en subjetividades ausentes de sustento documental”.
Ante este revés en el órgano con competencia electoral, Canelada había recurrido ayer a la Cámara en lo Contencioso Administrativo para pedir que Jiménez fuera apartado. “Buscó una salida decorosa a su inaceptable presencia en la Junta Electoral. Aduce violencia moral por los dichos que hemos vertido con la senadora Elías de Pérez, pero no sentía ningún tipo de remordimiento moral al ser árbitro de las elecciones luego de una vida de militancia en el PJ y de manejar los hilos en la Justicia a favor de Alperovich y Manzur”, indicó el legislador radical, tras la confirmación del apartamiento del ministro fiscal.