La banda no sólo robaba motocicletas, sino que se dedicaba a modificar los números de serie de los vehículos. Pese a que los integrantes del grupo no fueron detenidos, en el operativo que se realizó el sábado en el barrio 11 de Marzo se secuestraron cuatro motos, impresoras, computadoras, moldes, sellos, proyectiles de armas de fuego y documentos falsos.
El procedimiento, en el marco de la causa que dirige la fiscala Adriana Reinoso Cuello, se realizó en una vivienda de pasaje Einstein al 1.800. En el fondo había un galpón donde funcionaba este taller clandestino. “Encontramos cuños, tornos, moldes, sellos, computadoras e impresoras. Son elementos que se usan para la falsificación de documentación y que evidencian la actividad ilegal que venía desarrollando la banda”, dijo Jorge Dib, director de Investigaciones Capital. “Es un grupo bien organizado que tiene un alto nivel de calidad para realizar adulteraciones en los números de los cuadros de los rodados y las documentaciones. Estos trabajos son muy difíciles de detectar. Los ladrones borran el número original y le ponen uno nuevo para que la moto pueda circular”, agregó. El comisario explicó que muchas veces se detectan falsificaciones en controles rutinarios y así los compradores de esas motos se dan cuenta de que fueron estafados.
En el allanamiento, los policías de la división Sustracción de Automotores, al mando del comisario Walter Salvatierra, encontraron el galpón sin gente. Los sospechosos habían desaparecido.
El jefe de Delitos contra la Propiedad de la Brigada de Investigaciones, Daniel Robles, aseguró que en este último mes se realizaron 15 allanamientos por robos de motocicletas sólo en la capital. “Son bastante ‘pillos’ y así como nosotros actuamos con inteligencia, ellos también”, dijo el comisario.
Tipo “piraña”
Según Robles, los que cometen estos asaltos operan en banda y acorralan a sus víctimas generalmente en las avenidas, semáforos o rutas. “Son cinco o seis motochorros, generalmente armados, que encierran a los motociclistas. Los amenazan y obligan a que entreguen el rodado. La persona tiene tanto miedo que no se resiste. En cambio, si son dos en una moto por ejemplo, quizás la persona intenta defenderse y se resiste”, agregó.
El comisario remarcó que estos asaltantes actúan tipo robo “piraña” y son inteligentes porque saben cómo hacer para desarmar el vehículo y qué partes comercializar y cuáles no. “Ellos están atentos a todo. Saben perfectamente qué partes van a vender y cuáles no les conviene ofrecer porque nosotros los investigamos”, añadió.
“De los 15 allanamientos, se secuestraron 12 motos, de las cuales siete estaban sin documentación o eran de dudosa procedencia. Las cinco restantes tenían pedidos de secuestro por robo”, detalló.
El investigador añadió que en base a las estadísticas que realizan, se detectó que las edades de los integrantes de estos grupos oscilan entre los 16 y 25 años. (Por Luciana Nadales)