Pasó casi medio siglo de desorden, de vocinglería, de cajones con verduras y frutas desparramados en las veredas hasta que finalmente hace pocas semanas, el orden, la limpieza, la cordura, tan anhelados, llegaron a la Feria Franca Municipal de Concepción que funcionó en la calle Heredia, entre San Martín y Moreno, de esa ciudad. El tradicional paseo de compras fue reubicado en un amplio predio de la ex estación ferroviaria y se integra al proyecto de revalorización urbanística del microcentro, diseñado por las autoridades.

La Municipalidad de “La Perla del Sur” sectorizó los puestos de venta, instaló sanitarios, instaló iluminación moderna, acondicionó los espacios verdes y está construyendo un playón deportivo. En el nuevo emplazamiento, la cantidad de puestos de ventas pasó de 120 a 240. Se habilitó también un patio de comidas regionales y el lugar es amenizado por grupos folclóricos. Un puestero de Aguilares dijo que la feria se hizo más atractiva y convoca a más gente, incluso de otras provincias.

El responsable del Centro de Defensa Comercial del Sur coincidió en que la reubicación del paseo comercial y la habilitación de la semipeatonal estimulan la llegada de visitantes de otros lugares, porque son propuestas atractivas que de a poco van a acrecentar el movimiento turístico.

Justamente, ese es el objetivo, según manifestó el intendente. “La idea es consolidar este sitio de compras como otro atractivo turístico de la ciudad. La reubicación es un proyecto que vino postergado y que, frente a la transformación urbanística que pusimos en marcha, necesariamente tuvimos que instrumentarlo”, afirmó. Uno de sus funcionarios indicó que el acondicionamiento del predio ferroviario y la ampliación de las calles permiten un movimiento vehicular más ágil y menos congestionado. Los nuevos espacios también le dan otra dinámica a la zona, como el estacionamiento para los transportistas rurales.

El proyecto de revalorizar la feria, sacándola de las dos primeras cuadras de la calle Heredia para emplazarla en predios del ferrocarril, data de años atrás. “La feria le hizo muy bien a esta ciudad y sigue siendo un gran atractivo para los vecinos, pero ahora es un desorden. A la tarde, cuando se van todos, las calles quedan llenas de basura; es un asco”, dijo un vecino en una nota que publicamos en enero de 2014.

Uno de los que solía renegar a diario a causa del desorden porque vivía en la calle Heredia, era el conocido y extinto escritor Octavio Cejas, a quien dicho sea de paso, la Municipalidad concepcionense podría reeditarle sus libros y que estos fueran materia de lectura en los establecimientos educativos de esa ciudad.

Bienvenida sea la concreción de este viejo anhelo de los vecinos de emplazar la feria franca en un lugar que permita, que tanto feriantes como consumidores, se sientan a gusto y que además esté en función de la urbanización que se viene encarando con obras largamente deseadas como la estación terminal de ómnibus y la peatonalización cuadras de centro de esa ciudad.

Al margen de que el municipio se ocupe de la higiene, sería positivo si los puesteros desarrollaran la sana costumbre de dejar limpio el predio cada vez que concluyera la feria; si ello sucediera siempre se daría un paso significativo para elevar la calidad de vida ciudadana, así como lograr una mejor convivencia.