Mientras en Buenos Aires, desde hace varios días, dan por sentada la venta de David Barbona a Racing, en Atlético siguen manteniendo la cautela como desde del primer momento.
Ni siquiera la imagen del “Pumpi” entrando a la clínica para hacerse la revisión médica terminó de concretar la operación. “La gente de Racing nos pidió permiso para que le hagan los estudios tradicionales e ir ganando tiempo si es que esto llega a buen puerto”, avisaron desde la dirigencia de Atlético. De ninguna manera, Barbona ya es jugador de Racing y de hecho, el club de Avellaneda no informó nada al respecto. “No quiere decir para nada que esté cerrado”, agregaron voceros “decanos”.
Las diferencias económicas entre lo que pide Atlético y lo que ofrece Racing siguen siendo algunas de las cuestiones que no dejan que la operación finalmente se capitalice.
Quizás algo similar sucede con Rodrigo Aliendro, de quien se viene hablando desde hace rato que su llegada a Colón es un hecho. Es cierto, el “Sabalero” está en plenas tratativas pero la operación todavía no se concretó.
“¡Aliendro abrochado!, gritaron varios medios partidarios de Colón pero desde la dirigencia también informaron que todavía no hay nada cerrado.
Esto no significa que Barbona y Aliendro no jugarán en Racing y Colón respectivamente, pero la ansiedad por comunicarlo antes de tiempo, podría jugarles una mala pasada a varios.
Claro, los clubes tienen a su favor que los jugadores están dispuestos a irse a esos equipos, pero Mario Leito y compañía no tienen pensado resignar dos de sus jugadores emblema en el último tiempo por un precio que no les de el resarcimiento suficiente.
Lo mismo sucede con el jugador de Colón que entraría en una especie de truque: Gustavo Toledo, lateral derecho, estaba “prácticamente cerrado” para venir a Atlético pero todavía no sucedió nada similar. Ni Atlético se desprendió de sus dos últimos grandes volantes ni llegaron jugadores en su reemplazo. Todavía no.