El viento y la lluvia de la tormenta tropical “Barry” comenzaron castigar al estado norteamericano de Luisiana, mientras los habitantes y los servicios de rescate se organizan para afrontar la emergencia, acosados por los recuerdos de la destrucción causada en 2005 por el huracán “Katrina”.
El presidente Donald Trump declaró el estado de emergencia y liberó recursos federales para que Nueva Orleans pueda afrontar a Barry y sus potenciales secuelas.
El Centro Nacional de Huracanes dijo que la tormenta se está fortaleciendo a medida que se acerca a la costa de Luisiana y que se espera que se convierta en Huracán cuando llegue a tierra, presuntamente hoy a la mañana.
Los vientos sostenidos llegan a los 104 kilómetros por hora.
El gobernador John Bel Edwards explicó que Luisiana puede inundarse por una marejada ciclónica, por ríos en los que se eleve el caudal y por la lluvia. “Vamos a tener los tres”, alertó. Alertó que el Misisipi “ya está alto por las lluvias intensas”, aunque no espera que el río “se derrame sobre sus diques”. Pero teme que un cambio en la dirección o la intensidad de la tormenta altere el pronóstico.
El director del Centro Nacional de Huracanes, Ken Graham, dijo que están ante una “situación peligrosa”, porque los sistemas de Luisiana pueden soportar hasta 25 pulgadas (630 milímetros) de agua. “Ese tipo de lluvia en este sistema podría causar inundaciones repentinas y causar el estancamiento del agua”, alertó.
La Guardia Nacional y los equipos de rescate están estacionados en los alrededores del estado con barcos y vehículos de ultramar, helicópteros y suministros.
En el sureste de Luisiana, en la punta ubicada debajo de la turística ciudad de Nueva Orleans, las autoridades ordenaron ya la evacuación de 10.000 personas, enviadas al condado de Plaquemines.
La alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, dijo que el sistema de bombeo de la ciudad funcionan bien, pero advirtió que la tormenta podría traer más agua de la que las bombas pueden soportar. No ordenó evacuaciones, pero aconsejó a los vecinos almacenar víveres para al menos tres días.
La inminente llegada de “Barry” a tierra a revivido los peores recuerdos en los habitantes de Nueva Orleans, que en 2005 fue golpeado por el huracán “Katrina”, que causó inundaciones y más de 1.800 muertes. (Télam)