La droga no reconoce fronteras, tampoco edades ni lugares para su constante expansión. La noticia de que a una alumna de la escuela secundaria Presidente Perón le hallaron 32 dosis de cocaína listas para su venta, viene a confirmar lo que hace un tiempo ya se sabía, que las sustancias ilegales conviven a diario con los chicos en algunos establecimientos educativos.
La directora de ese colegio, ubicado en el sector sur de San Miguel de Tucumán, dijo que la adolescente era muy buena alumna. “Por supuesto que nos sorprende muchísimo lo que pasó. Lo positivo es que esto se supo, lo importante es esto: que se sepa para poder trabajar en eso”, manifestó. La docente dijo que los chicos le contaron luego que eran consumidores. “Esto quizá tenía que pasar para que se destape. Esto pasa acá como en otras instituciones, pero hay que trabajar en esta problemática”, señaló.
El ministro de Educación afirmó que las fuerzas de seguridad, los vecinos, las organizaciones sociales y la familia educativa deben actuar para que la escuela esté sana. “Vamos a desterrar de nuestras escuelas a quienes vendan drogas; vamos a defender nuestras aulas de las redes de delincuencia”, declaró, sin aclarar qué medidas concretas va a tomar su cartera sobre el asunto.
Un psicólogo social señaló que los establecimientos ubicados en las zonas más vulnerables como los barrios que rodean al Mercofrut y en la Costanera, conviven con los transas. Indicó que los docentes lo saben, pero no pueden hacer mucho. “Denuncian los casos, pero todo sigue igual... la venta en el interior de las escuelas no se la aborda como un problema. Muchas veces se decide ocultarlas para no tener inconvenientes y así es imposible determinar si se trata de un caso aislado o se está generalizando. No somos alarmistas, simplemente opinamos que se debe tocar un tema del que nadie quiere hablar”, expresó.
Esta situación salió a la luz en mayo de 2018, cuando el director de la escuela ubicada frente al Mercofrut, en una entrevista de “Panorama tucumano”, el programa televisivo de LA GACETA, expresó su aflicción por los adolescentes que caen bajo el influjo de las sustancias ilegales. Contó que los chicos pasaron de consumir pastillas al paco y que en las inmediaciones del establecimiento merodeaban los transas. “La solución es trabajar en y desde los barrios. Debe haber una decisión política de cambiar las cosas. El que está ausente es el Gobierno. Tiene que hacerse presente, no para buscar votos sino para dar una solución”, aseveró. Durante la emisión de ese programa, se recibieron cerca de 150 mensajes denunciando lugares de venta de droga, pidiendo ayuda para los hijos o dando aviso de situaciones que se están viviendo en los barrios del Gran San Miguel de Tucumán: “en la escuela 149 secundaria de Alta Gracia también transita la droga”; “en San Andrés hay droga frente del jardín de infantes a toda hora y frente a comisaría hay robos descomunales”, fueron algunos de ellos.
Nos parece que la presencia de las drogas en la escuela, que es el lugar donde se debe enseñar y concientizar sobre los riesgos de consumir estas sustancias, es grave. Se trata de un flagelo social que si no se combate rápidamente y en forma integral en el ámbito educativo, puede crecer como bola de nieve y cuando eso suceda las posibles soluciones serán cada vez más difíciles. ¿Qué sucedería si en un futuro no muy lejano hubiera docentes que dieran clases drogados? El Estado debe reaccionar rápidamente porque está en juego la salud mental y el destino de nuestros chicos.