Aunque no son determinantes, pueden ser indicativos de una realidad y también útiles para establecer criterios de valoración. Los rankings en el ámbito académico se realizan con alguna frecuencia a nivel internacional y suelen participar universidades de todo el mundo. No ha sido para nada alentador el desempeño de la Universidad Nacional de Tucumán en la última clasificación global de casas de altos estudios que elabora The Center for World University Rankings (CWUR), una institución con sede en los Emiratos Árabes, que publica la performance de las universidades en relación con determinadas variables que reflejarían su calidad educativa.
En el informe 2019-20 que contempla a 2.000 universidades de todo el mundo y la UNT se ubicó en el lugar 1.746, superando únicamente a la Universidad Nacional de Río Cuarto, que quedó en el último puesto de las argentinas y el lugar 1.997 del ranking global. Según esta mirada, la UNT resultó décima entre las 11 casas de altos estudios argentinas que se midieron en esta clasificación; fue superada por la UBA, Universidad de La Plata, Córdoba, Rosario, Mar del Plata, Universidad Nacional de Cuyo, del Litoral, del Comahue y la Universidad Nacional del Sur, en ese orden.
En la iniciativa del CWUR, se evalúa la calidad educativa y el entrenamiento de los estudiantes, así como el prestigio de sus académicos y la calidad de las investigaciones, sin depender de encuestas o datos proporcionados por las propias universidades. Siguiendo ese criterio, las universidades de Buenos Aires (UBA), de La Plata y de Córdoba fueron las únicas tres contempladas entre las mejores 1.000 del mundo. En 2017, el CWUR había listado solamente esa cantidad y aquellas casas de estudio argentinas fueron las tres únicas que figuraban. En esta oportunidad, se evaluaron siete variables: la calidad educativa; empleo; calidad de la facultad; investigación; influencia y citas. En el caso de la Universidad Nacional de Tucumán solo se midió el desempeño de las variables vinculadas a investigación. La UNT obtuvo 66.7 puntos, el mismo número que cuatro universidades de India y tres de China. Harvard fue la única que obtuvo 100 puntos.
“La UNT aparece rezagada en un ranking de universidades”, se titulaba una crónica de LA GACETA del 11/6/17. En el Ranking QS World de la consultora internacional Quacquarelli Symonds (QS), proveedora mundial de información y soluciones de educación y carreras, la UNT se hallaba entre las 800 y 1.000 universidades (se clasificaba por bloque) en el contexto mundial y en el puesto 82 de Latinoamérica. En 2016, la UNT se hallaba a partir del 701 (en el mundo) y 108 en Latinoamérica en 2015.
En octubre de 2011, en el Ranking QS World, la UNT estaba mejor posicionada respecto de 2019. Si bien figuraba en el lugar número 56 entre las primeras 100 universidades de Latinoamérica, subía al puesto 30 en prestigio académico, sin embargo, ya se hallaba en la décima colocación a nivel país.
Si bien es cierto que no deberían compararse universidades privadas, como Harvard, con las que son estatales, estos rankings están indicando un panorama poco prometedor en la UNT, asunto que debería, por lo menos, preocupar a la comunidad académica. Para no entrar en el plano internacional, donde aparece muy rezagada, tal vez podría mirarse solamente en relación con sus pares a nivel país y preguntarse por qué en ocho años sigue ocupando la décima posición. Casi siempre la tendencia es responsabilizar de la mala performance a circunstancias externas o a otros, pero eso implica seguir tirando tierra bajo la alfombra. Sería interesante si estas clasificaciones sirvieran para formular una autocrítica a fondo en todas las facultades y el mismo rectorado respecto de los contenidos, del sistema de evaluaciones, de la calidad educativa que brinda actualmente la casa fundada por Juan B. Terán.