Belén Jiménez Suárez hoy puede decir que volvió a ser feliz: recuperó el neuroestimulador que le habían robado hace un par de días en el parque 9 de Julio y que para ella es tan vital como el aire que respira. Su historia se hizo conocida a través de una nota publicada por LA GACETA.
A Belén le robaron en el parque 9 Julio algo más que su calidad de vida“Muchísimas gracias por todo, recuperé el aparato”, le comentó a este diario Belén, quien tuvo que seguir una serie de indicaciones antes de darse con el control que la ayuda a engañar al cerebro y no sufrir un dolor insoportable en su cuerpo, tras una triple operación por un desplazamiento y fractura de vértebra.
“Me fijaron con barras y tornillos toda la parte del sacro y lumbar para que quede todo fijo y no se mueva. Tengo unas cajas reemplazando los discos. Está todo fijo lo óseo, pero los nervios están dañados y necesito una estimulación que engañe al cerebro de que mis nervios están bien. En vez de dolor siento una especie de corriente”, comentó la joven de 24 años que llegó a consumir hasta 180 miligramos de codeína para calmar su dolor.
“Me llamaron de un número anónimo. Me dijeron que tenían el estuche y que vaya al Centro de Salud a la tarde. Cuando llegué, no había nadie”, relató imaginando que el llamado podía haber sido una broma de mal gusto.
“Al rato me volvieron a llamar, pero esta vez de un canal de televisión. Me dijeron que alguien había dejado el estuche ahí”, comentó. Final feliz, entonces.