Alguna vez alguien cercano a Atlético, hincha por sobre todo, consultó si era posible el regreso de Cristian Menéndez. Eran tiempos de bonanza deportiva en 25 de Mayo y Chile pero el gol siempre es cuestión de estado.
“Polaco” también vivía su propia fantasía. Goleador de Deportivo de Veracruz, de México - conocido como Tiburones-, con un sueldo imposible para el mercado donde se maneja el “Decano”, porque el marplatense cobra en dólares, su nombre más bien era un sueño que una realidad para los hinchas que lo querían de vuelta por 25 y Chile.
Desde hace tiempo que el rubio salió del radar del Monumental, pero en el corazón de los hinchas siempre estará. Fue clave en la revancha de aquel formidable equipo que logró el ascenso a Primera, después de perder el desempate con Huracán, y también clave en la generación de goles en el “Decano” en la máxima categoría del fútbol argentina.
El segundo apellido de Menéndez era gol en Atlético. Junto a Fernando Zampedri marcaron 45 en una temporada de ensueño que contó con el pase a la Copa Libertadores y la clasificación a la Copa Sudamericana durante la temporada 2016/17.
Entonces le llegó al turno de una nueva chance en el exterior, precisamente en Tiburones de Veracruz, hoy un equipo prácticamente en coma que no perdió la categoría esta temporada en la liga más importante de México por una cuestión económica. Pagó para seguir en la elite.
Lo curioso no es haber comprado la plaza. Lo curioso de la actualidad del equipo del “Polaco” es que el hoy capitán sufre con sus compañeros lo que jamás sufrió en el “Decano”: una crisis futbolística que lo ha llevado a perder 37 partidos en fila. Un récord para la liga de su país, pero no mundial.
En esta pesadilla, cita vía Twitter la cuenta Varsky Sports, tiburones ha recibido 100 goles y quedó a seis derrotas en fila más de igualar al Chernomorets, de la liga rusa, que sufrió 43 lonas seguidas.
De la playa al departamento de Menéndez en Veracruz apenas hay unos metros de distancia. Fanático de la pesca, el goleador sufre el efecto contagio de un grupo que no se levanta. Su lucha también ha sido eclipsada por esta mala racha: 1 gol en siete partidos, seis en la temporada donde la debacle tomó por sorpresa a Tiburones.
Acostumbrado a las difíciles, quién dice que el propio goleador sea la clave para cortar esta insólita y dolorosa racha de Tiburones.