El accionar de las barras bravas muestra el lado violento del fútbol. Pero en este caso, la moneda tiene dos caras y hay una que merece destacarse: el lado solidario. En algunos clubes la tarea social es un ejemplo a seguir, incluso para aquellos funcionarios que tienen la obligación de proteger a los sectores más vulnerables pero no siempre lo hacen. En los últimos días, Boca, a través de uno de sus ídolos más representativos y queridos del plantel, Carlos Tevez, permitió que una niña tucumana de 8 años, cuya historia trascendió luego de haber entablado una tenaz batalla contra el cáncer, pudiera conocer al futbolista que admira y respeta. Delfina superó momentos duros y se aferra a la vida con fuerza a partir del amor de sus padres y de sus seres queridos. Pero a su lucha le faltaba algo: conocer La Bombonera y encontrarse con “Carlitos” para recibir ese estímulo que es fundamental para un paciente que no puede bajar los brazos pese a los logros alcanzados luego de un prolongado tratamiento.

La sencillez y el carisma de Tevez emocionaron a Delfina, la pequeña heroína de esta historia. Ese abrazo, que se reflejó en la foto publicada por LA GACETA, vale más que 1.000 palabras. Un remedio que fortalece el espíritu y no se consigue en ninguna farmacia. Mucha gente se movilizó para eso. Boca cuenta con peñas que se extienden por todo el país y el trabajo social es una de sus principales funciones. En este caso, la que funciona en la capital provincial, denominada “Tanque Rojas”, se puso en contacto con los responsables de la fundación que trabaja en forma conjunta con el club. El esfuerzo tuvo su recompensa: el sueño de “Delfi” se hizo realidad.

La Fundación de Boca trabaja en materia de desarrollo y promoción de oportunidades a través de dos ejes principales: educación y deporte. Su gestión busca articular entre personas e instituciones, a través del deporte, para generar un marco de inclusión en el que se brinden oportunidades con el fin de que cada uno desarrolle su capacidad de elección frente a las circunstancias de la vida. Se sostiene a partir de donaciones, subsidios y fundamentalmente lo que genera la cena anual solidaria que organiza el club para recolectar fondos.

Boca Social se encarga de ayudar a personas de todas las edades y es la llave que abre las puertas para que personas como Delfina puedan llegar hasta los futbolistas del plantel profesional. Los pedidos son numerosos y sus responsables tratan de cumplir con todos. El más solicitado es Tevez, quien está a disposición del club para estas actividades. “Es una persona muy sensible, que acompaña cualquier iniciativa y acepta su rol de ídolo como pocos”, aseguran en el club.

Boca Social tiene un amplio campo de acción. La fundación desarrolla 11 programas donde están incluidos personas de todas las edades. También apoyan campañas contra la discriminación y difunden la lucha contra diferentes enfermedades. El acompañamiento educativo es uno de sus pilares.

Con el programa “Armando escuelas”, ideado por el ex presidente Alberto J. Armando, se busca fortalecer el vínculo entre el club y las diferentes instituciones educativas rurales del país. Uno de los siete establecimientos apadrinados funciona en el sur tucumano: la escuela “Tiburcio Díaz”. La ayuda llegó por una gestión de la peña “Xeneize de Concepción” y el vínculo se mantiene desde hace varios años.