KUALA LUMPUR.- La ex primera dama de Estados Unidos Michelle Obama instó ayer a las niñas a resistir el “síndrome del impostor” que ella había sentido durante su carrera y a disputar el poder a los hombres, argumentando que muchos no lo merecían.
En un viaje a Asia para promover la educación femenina, Obama contrastó su camino hacia la cima como mujer negra con la presunción de facilidad que sienten muchos hombres en su camino a los puestos de poder.
“Les digo que hay muchas personas que no tienen que estar allí”, dijo Obama, provocando la risa de la multitud. “Se les ha dicho que ese es su sitio, pero no lo es. Existe una presunción; así que no puedes contar con otras personas para que te den esta autoconfianza, no es así como funciona”, dijo.
Criada en una familia afroamericana de clase trabajadora en Chicago, Obama contó que le dijeron que no era lo suficientemente buena para la Universidad de Princeton, donde estudió sociología antes de ingresar a la Facultad de Derecho de Harvard. Obama llegó a las mejores escuelas y al domicilio más famoso de Washington D.C. pese a sufrir un “síndrome del impostor” que, según ella, a menudo atormenta a las minorías y a las mujeres.
“Las mujeres lo sienten a menudo, porque la sociedad les dice que no deberían estar allí”, comentó a una multitud de jóvenes líderes asiáticos reunidos en la capital de Malasia, Kuala Lumpur. La mujer de 55 años instó a 200 líderes, muchos de ellos mujeres, de 33 países de Asia-Pacífico a hablar, a pesar de que los hombres aún dominan la política y los directorios de empresas.
“Necesitamos mujeres y mentes diversas, personas que piensen de manera diferente y tengan creencias religiosas diferentes, porque la verdad y las respuestas correctas provienen de la diversidad de experiencias”, dijo Obama, acompañada en el escenario por la actriz estadounidense Julia Roberts. (Reuters)