Las denuncias penales contra el senador kirchnerista José Alperovich por supuesto abuso sexual con acceso carnal se alejan cada vez más del ideal del proceso fácil de entender. Sucede que la cuestión de la competencia dio un nuevo giro porque el ex gobernador manifestó su voluntad de ser investigado por un juez de su provincia, Facundo Maggio (N°2). Con este fin, Ariel Sosa, codefensor del funcionario público, recurrió ayer la decisión de aquel magistrado que había remitido la causa al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 35 con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El planteo ha de ser revisado por la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Instrucción: como ese estrado tiene dos vocales, Eudoro Albo y Enrique Pedicone, y el segundo está de licencia, es posible que la decisión sea tomada por el primero, pero esa suposición podría caer si los plazos del recurso se dilatan.
Un trámite parecido, aunque más avanzado, tiene lugar en Buenos Aires. En este punto hay que recordar que la sobrina de Alperovich formuló denuncias tanto en esta ciudad como en la capital del país con el argumento de que los hechos habrían ocurrido en las dos jurisdicciones. Si bien en algún momento se especuló con que ambas causas podían coexistir y marchar por separado, tanto los fiscales nacionales Santiago Vismara y Mariela Labozzetta, y la fiscala local, María del Carmen Reuter, como Maggio y el juez porteño Osvaldo Rappa (N°35) se inclinaron por la unificación de los procesos, solución recomendada para evitar la repetición de las medidas de prueba, la revictimización y los posibles resultados contradictorios. La cuestión discutida es cuál jurisdicción debe investigar a este funcionario con fueros.
En pocas palabras, Vismara y Labozzetta opinaron que la pesquisa correspondía a la Justicia Nacional, pero Rappa se declaró incompetente y la mandó a Tucumán. Días más tarde, Maggio aceptó el criterio de los fiscales porteños y remitió su proceso a Buenos Aires (Reuter no se expidió sobre la competencia). Como Vismara y Labozzetta recurrieron la decisión del juez N°35, la controversia será resuelta por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional. Fuentes judiciales explicaron que, a esos efectos, el viernes habrá una audiencia en la Sala VI.
La Cámara Nacional tiene, en principio, que optar por el criterio de Rappa -y de Alperovich-, o el de Maggio y los fiscales porteños. Decida lo que decida, habrá que esperar todavía a la Cámara de Apelaciones tucumana. Como Albo sustancia los recursos por escrito y en el medio hay varios días inhábiles, sólo una máxima celeridad impediría que el asunto pase para 2020 (en el medio ha de dictaminar el fiscal Alejandro Noguera). Si los dos tribunales coincidieran en la solución a la disyuntiva Tucumán-Buenos Aires, en principio no habría necesidad de acudir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Pero incluso en el supuesto de coincidencia, el debate podría continuar si las partes impugnaran las sentencias. “Tarde o temprano, el asunto llegará a la Corte nacional”, vaticinó una fuente judicial.
Hay argumentos técnicos para ambas jurisdicciones. La investigación en Buenos Aires se funda en que, al parecer, los supuestos actos ilícitos habrían comenzado allí, según se desprende de los análisis del testimonio de la víctima, que trabajaba con su tío en el Senado de la Nación -luego fue trasladada de oficina-. Aunque por esta causa Alperovich obtuvo una licencia sin goce de haberes, lo cierto es que, por razones laborales, tanto él como su sobrina tienen arraigo en la capital del país. Otra razón para radicar la causa allá es que en alguna medida atañe al Congreso de la Nación puesto que cuestiona a uno de sus integrantes.
El criterio de que investigue la Justicia tucumana se basa en el hecho de que la denunciante y el denunciado están domiciliados en esta provincia. Fuentes judiciales explicaron que el codefensor Sosa había alegado que también residían aquí la mayoría de los testigos, y de que la intervención de Maggio -debe dirigir la pesquisa por el hecho de que Alperovich tiene fueros- facilitaría la producción de la prueba en general y el ejercicio del derecho de defensa. A estos argumentos se suma la circunstancia de que, según la víctima, un número significativo de los presuntos ataques habría sucedido en Tucumán.
Hay otras lecturas desde el punto de vista político, de la estrategia de las partes y de la credibilidad de los Tribunales. Milagro Mariona, vocera de la denunciante, se limitó a decir este miércoles que esperaban que la incertidumbre relativa a la competencia cesara antes de fin de año (se informa por separado). La expectativa luce difícil de satisfacer, aunque hasta el presente los Tribunales actuaron con rapidez, al menos para los cánones regulares de Tucumán.
Cámara de Apelaciones
Albo es el único vocal de la Cámara de Apelaciones tucumana por la licencia de Pedicone. Por esa razón, revisaría el recurso de Alperovich.
Expectativa
La vocera de la denunciante pidió que la competencia sea resuelta antes del 31/12
Milagro Mariona, vocera de la denunciante del senador José Alperovich, dijo que estaban analizando la pretensión del funcionario de ser investigado en Tucumán. “Seguimos pidiendo celeridad a la Justicia y que haya una definición sobre la competencia antes de fin de año”, anticipó.
Alperovich quiere que el juez Maggio lo investigue en Tucumán
El defensor Sosa apeló la decisión que había remitido la causa a la Ciudad de Buenos Aires.
SENADOR DENUNCIADO. Alperovich durante una sesión en el Senado.
Eudoro Albo.