Los inconvenientes que se registraron durante el arranque de la presente campaña de granos redundarán, a criterio del productor Gonzalo Blasco, en una merma en los rendimientos de estos cultivos, en relación al potencial de la zona.

“No tengo dudas de ello. Las lluvias generaron problemas en mi campo, con escorrentías que se dieron debido al agua que cayó y a la que llegó de otros campos. Esto deterioró callejones y cabeceras de lotes. Perdí soja a raíz de los anegamientos; pero, sobre todo, las corridas de agua en los caminos destruyó los accesos a los campos”, enumeró Blasco.

El productor indicó que, incluso actualmente, no se puede acceder a algunos campos y a pequeñas poblaciones rurales debido a aquellas condiciones. “Esto genera problemas complejos, sobre todo a los pobladores. Hay un estado de abandono en la red caminera; y esto no es algo nuevo, sino que se lo viene reclamando desde hace mucho tiempo”, señaló.

Los anegamientos y la alta humedad que se registra mantienen alerta a los productores. “En aquellos lotes sembrados temprano, durante principios de diciembre, estoy realizando un monitoreo semanal para detectar enfermedades y presencia de picudo negro. Los resultados aún no me dan para que realice una aplicación. Pero permanentemente estoy atento a los informes semanales que brinda la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, sobre enfermedades de fin de ciclo, roya y picudo negro”, contó Blasco.

Añadió que las sojas sembradas después del 10 del mes pasado todavía están en estado vegetativo, sin cerrar el surco. “En esos casos sigo controlando malezas y haciendo monitoreos de plagas”, dijo.

Contó que los maíces sembrados después de la primera quincena de enero se encuentran bien, en estado vegetativo: “también hacemos monitoreos permanentes para conocer su estado y proceder si resulta necesario”.