Cuentan por la zona del barrio Barrancas del Salí que el que manda en la Play es él, que al FIFA 20 no le gana nadie en casa, ninguno de sus tres hermanos, ni tampoco sus amigos. Nicolás Laméndola es amo y señor. Y quizás por eso, y por otras referencias de compañeros del plantel profesional de Atlético, tendrá la misión, en un futuro no muy lejano, de llevar el nombre del “Decano” a lo alto de la E-Superliga Challenge, el torneo en línea que se viene entre futbolistas de la máxima categoría del fútbol argentino.
Hubo una prueba, “un amistoso”, en realidad, le comenta Nicolás a LA GACETA. Se trató de una prueba piloto que puso en marcha una de las señales que televisa los partidos de la A los fines de semana, TNT. Aprovechó el canal su buen slogan, algo así como “nos quedamos en casa pero no abandonamos la pasión”.
Y ya que no se puede jugar a causa de la pandemia del coronavirus, TNT se animó a probar con los juegos en línea, una de las nuevas fuentes de alimentación del planeta donde el dinero –incluso en contratos a jugares pro- fluye como la Garganta del Diablo en plena temporada estival.
De por sí, el E-Superliga Challenge está lejos de lo que puede ser un torneo de Fortnite, uno de los busques insignias de juegos en línea, pero ha montado todo un show que le trajo buenos dividendos en el rating y por esa razón, y ante un parate sin tiempos de regreso de la pelota, cuentan, saldrá a la luz un torneo entre jugadores.
De hecho, en la cadena ESPN hay un programa dedicado a un juego en línea en particular, aunque versión reality, dos equipos que van perdiendo soldados semana a semana, con jueces que califican y dinero jugoso en dólares esperando al mejor.
Laméndola fue el elegido de Atlético. No fue primera opción, pero sí la segunda y por recomendación de uno de los habituales titulares del plantel, Augusto Lotti: “Lo llamaron a él y él me recomendó a mí. Me contaron de qué se trataba y bueno, dije que sí. En el sorteo me tocó enfrentar a Agustín Allione, de Central Córdoba. Perdí ahí nomás, 2-1. Juega bien y tenía un equipazo”.
Entre las opciones que barajaron para hacer los cruces fue jugar con los equipos que representa cada invitado o con los del Ultimate Team del FIFA, un plantel que uno como aficionado debe ir formando y armando a medida que sube niveles y genera dinero. Sería una especie de manager total, de finanzas, entrenamientos, directrices, gestión y salir a sumar de a tres.
“Además de que jugaba bien él, entre sus jugadores tenía a Cristiano Ronaldo, Neymar y (Lionel) Messi. Una locura, ja”, elogia a Allione Laméndola. Eso quiere decir que el futbolista de “CC” ha sabido invertir horas y horas de juego en el FIFA para conseguir a tres de los mejores futbolistas del FIFA y también del mundo, en especial Messi, claro está. De la noche a la mañana, imposible.
Gustavo, uno de los encargados del marketing de Atlético fue quien se comunicó con Laméndola. El viernes pasado se cruzó con Allione. Antes hubo otros enfrentamientos, todos relatados y analizados por periodistas de carne y hueso, Yiyo Garcilazo y Mariano Colombo.
Lo que se verá hoy en la pantalla de TNT Sports es un compacto de media hora de lo que ya pasó, de los clásicos que se jugaron, como San Lorenzo (Adolfo Gaich)-Huracán (Nicolás Cordero), Racing (Mauricio Martínez)-Independiente (Domingo Blanco) y Colón (Gabriel Esparza)-Unión (Gastón Comas). En los otros choques estuvieron Nicolás Tripichio (Defensa y Justicia)-Lucas Necul (Arsenal), Antonio Napolitano (Gimnasia LP)-Luciano Pizarro (Godoy Cruz), Fernando Evangelista (Aldosivi)-Juan Franzoni (Patronato) y Laméndola con Allione.
El formato de transmisión estuvo bueno. Una cámara en casa del jugador y los relatos de la central de TNT Sports. “Estuvo lindo”, reconoce “Nico”, que cargó una cruz que todo jugador en línea reza por no sufrir: una mala conexión a internet. “Me falló la conexión, a veces se me trababa un poco el juego, pero bueno. Eso no es excusa. Agustín jugó muy bien y por eso ganó”.
Si quedó la sangre en el ojo, sí. Esto es fútbol. “Después hablamos en privado, es muy piola. Quedamos en jugar otro partido más, una revancha, pero sin cámaras de televisión. Solo para nosotros dos, je”.