En razón del aislamiento social obligatorio, LA GACETA entregó ayer los premios a los tres últimos ganadores de los Números de Oro en sus propios domicilios.
La felicidad llegó con los cheques que recibieron de manos de Fernanda Soria Busico, del departamento de Marketing. Los tres afortunados compartieron, en partes iguales, el pozo de $200.000.
La primera en recibir el premio fue Beatriz Corina Díaz (28 años), ama de casa que reside en una vivienda que le prestó su suegra en el paraje Los Arroyo, en Juan Bautista Alberdi. Ahí vive con su esposo, Daniel Toledo, (jornalero) y con su hija Zoe, de cinco años. Fue precisamente la pequeña, según contó, la que colaboró en el control de la grilla que logró completar el lunes con el 55. “Nos abrazamos y saltamos de alegría cuando salió el número que nos faltaba. En lo primero que pensé fue en la necesidad que tenemos de adquirir un terreno para hacernos una casita. Con el dinero que nos llegó vamos a seguir ahorrando para ese fin”, dijo Beatriz. “Siempre compramos LA GACETA para informarnos y también participar del entretenimiento. Mi hijita y mi padre, Nolberto Díaz, son los principales lectores”, agregó.
Otra ganadora fue Silvia Mirta Reyes (62 años), jubilada de Aguilares. Contó que su madre, María Rosa, de 90 años, controló la tarjeta y la completó -casualmente- con el número de su edad. Esto sucedió el martes. “Creo que esto es un premio a tantos años de fidelidad a LA GACETA. Y nos viene muy bien en estos días de cuarentena para pagar deudas, quedar tranquilos y ayudar un poquito a nuestros sobrinos”, dijo Silvia.
En Monteros, en el barrio Belgrano, Johana Zerda (29 años) recibió eufórica a LA GACETA con su esposo, Sebastián Montoya, y sus hijos menores Guillermina y Valentino. “Mi marido trabaja porque se desempeña en una citrícola, y con mis hijos permanecemos en cuarentena desde hace un mes. Controlar los Números de Oro es uno de los entretenimientos que adquirimos para hacer más pasajero el tiempo. En dos ocasiones nos llegó a faltar un número para ganar. La tercera fue esta vez, la vencida”, contó. “Teníamos fe en que ganaríamos porque el gacetero de este barrio ya hizo ganar como a tres vecinos de la zona. Es un hombre que trae suerte -agregó-. Lo que pensamos ahora es pagar las deudas, aliviarnos de los compromisos que tenemos”.