El coronavirus motiva que los productores deban innovar en sus campos de manera permanente, para lograr que los trabajadores realicen la trascendental tarea de producir alimentos, dentro del marco de diferentes protocolos de seguridad, para minimizar el riesgo de contagio del covid-19. Así lo subrayó el productor lechero y presidente de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT), Sebastián Murga.

“Los cultivos de granos están ya en su final de llenado y de maduración. Algunos productores ya están cosechando, con resultados en general dispares, debido a la gran cantidad de inconvenientes climáticos que sufrieron los cultivos a lo largo de todo su ciclo de vida”, contó Murga.

En los casos de la soja y del maíz, señaló que algunos productores realizan las últimas labores para el cuidado de estos cultivos, mientras otros ya están trillando los primeros lotes de soja. “Por supuesto, con los inconvenientes que genera trabajar bajo un protocolo de seguridad para todos los operarios: de tractores, trilladoras, camiones, capataces y peones”, precisó.

Murga realizó un panorama de la situación, más allá de la coyuntura del covid-19. “Esta campaña se vino con todo: sequía al momento de la siembra, luego excesivas lluvias; después nuevamente sequías al final del cultivo y, finalmente, el coronavirus”, enumeró.

Igualmente, afirmó que el productor tucumano continúa trabajando, mientras busca la forma de solucionar todos los problemas que van apareciendo. Entre los nuevos inconvenientes se suman los impedimentos para transitar. “Ahora la logística de cosecha es un interrogante importante, debido a todas las restricciones de tránsito interprovincial e intermunicipal que está originando dificultades de acceder a los campos. Esperemos que el Gobierno, responsable de velar porque se cumpla el decreto presidencial de permitir el acceso y la movilización de todo vehículo y personal destinado a la producción agropecuaria, pueda garantizar que los alimentos lleguen a destino”, señaló Murga.

Recordó que la producción agropecuaria tiene muchas aristas, ninguna de las cuales se debe descuidar para que las cosas más o menos funcionen. “Entre estas, el libre acceso a los campos para que se retire la producción o para que se pueda contar con los insumos básicos para que una actividad no se paralice”, indicó. En ese sentido, admitió que el actual es un escenario de mucha incertidumbre: “hay que estar atentos, para evitar problemas que después vayan a generar mayores daños”.

Acción solidaria

Más allá de la situación netamente productiva, Murga se refirió a la tarea solidaria que está realizando la SRT. “Estamos canalizando una infinidad de donaciones del campo y de numerosas asociaciones y personas que quieren colaborar para enfrentar esta pandemia que nos preocupa a todos. Queremos que los más necesitados de bienes y servicios puedan tener, aunque sea, lo mínimo indispensable”, dijo. El ruralista definió la institución como un mero puente para contribuir con los servicios público y privado de la salud. “Nuestro centro de aislamiento ya está en manos del Siprosa, con asociaciones que trabajan en diferentes facetas como es la provisión de comedores. Nosotros colaboramos y trabajamos en conjunto con el Banco de Alimentos. Es fundamental, por el gran servicio que esta organización hace por los más necesitados”, afirmó Murga.

“Las donaciones que estamos recibiendo del campo y de demás sectores de la sociedad nos permite afrontar las necesidades alimenticias básicas de las personas que no disponen de alimentos. Por suerte en general no tuvimos problemas logísticos ni con las donaciones que recibimos ni con las compras que realizamos para los comedores”, dijo el presidente del Banco de Alimentos, Pablo Grandval. Lamentó que, debido a la pandemia, la entidad haya debido dejar de recibir frutas y hortalizas frescas. Lo que se está haciendo desde estas instituciones involucra a muchas personas que trabajan de manera anónima y desinteresada, y ponen todo su esfuerzo en el bien de los demás. Esto debemos agradecerlo.