Evitar los contactos con otras personas y permanecer en el hogar reduciendo al máximo las salidas al exterior es una medida útil y necesaria para evitar la propagación del coronavirus. No obstante, es una situación a la que los tucumanos no estábamos acostumbrados.

Han pasado más de 50 días desde que se decretó el aislamiento obligatorio en todo el país, y en la provincia -con el tiempo- se ha ido flexibilizando. En los últimos días, con la reapertura de los negocios minoristas, las calles volvieron a mostrar un movimiento vespertino inusual.

Los barbijos y el distanciamiento social ya son una constante en la vida cotidiana. Sin embargo, muchos creen que los tucumanos no respetamos la cuarentena. Aseguran que el encierro comienza a incomodar cada vez más y crece el deseo por retomar ciertas actividades.  Y vos, ¿qué pensás?