Tomó la decisión política y lanzó la propuesta. Uruguay se ofreció ante la Conmebol para ser sede de los partidos que faltan para completar la presente edición de la Copa Libertadores de América.
El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, ya habló con el paraguayo Alejandro Domínguez, titular de la Conmebol, y espera una respuesta para el mes que viene. La idea del gobierno uruguayo es repartir los partidos entre Montevideo, Colonia y Punta del Este e incluso lo ven como algo que puede ayudar a la "reactivación económica" del país.
La cuestión epidemiológica
Uruguay también tomó como una señal las últimas declaraciones del secretario de la Conmebol, el argentino Gonzalo Belloso, quien no descartó la posibilidad de cambiar las sedes de los partidos que faltan para completar la temporada. Desde Uruguay también remarcan que en caso de que la Conmebol decida cambiar el formato tienen ventaja por sobre Paraguay, el otro país que se ofreció para organizar el torneo, en cuestión de situación epidemiológica.
La Copa Libertadores se suspendió a fines de marzo cuando recién se habían completado dos fechas de los ocho grupos.