BUSCAN A EXTREMISTAS
El Gobierno evaluaba ayer la situación planteada por la creciente acción subversiva de los guerrilleros urbanos de disímil signo ideológico, mientras los sucesos en Garín (Buenos Aires) conmovieron al país. Los organismos de seguridad acentuaron la búsqueda de por lo menos 30 ejecutores materiales de este asalto. Los encargados de la pesquisa se mostraron reservados al máximo sobre los progresos de la investigación, pero se supo que durante varias horas fueron interrogados funcionarios del banco asaltado, policías, vecinos y testigos. Mientras tanto, en el cementerio de Escobar fueron inhumados los restos del suboficial de la Policía bonaerense Fernando Sulling, de 48 años, ultimado -según testigos- por una joven mujer, quien actuó a mansalva cuando el agente estaba por entregar su arma, ya que se había visto desbordado por la cantidad de insurgentes.
SECUESTROS EN URUGUAY
En un alarde de sincronización y audacia, los guerrilleros urbanos Tupamaros secuestraron ayer a dos diplomáticos extranjeros en Uruguay y fracasaron en su intento de concretar lo mismo con a otros dos. Las operaciones motivaron un gigantesco despliegue de fuerzas de seguridad, que con participación del Ejército, la Policía y otros organismos bloquearon rápidamente todos los accesos a Montevideo. Dan Mitrione, experto norteamericano de seguridad adscripto a la Agencia Internacional de Desarrollo (AID), fue secuestrado mientras viajaba solo en su automóvil en el barrio de Malvin. Momentos después fue secuestrado el cónsul del Brasil y primer secretario de esa embajada, Aloysio Mares Dias Comidge, desde su domicilio en el barrio de Carrasco. Al mismo tiempo, la organización fracasó en su intento de retener a los estadounidenses Gordon Jones y Nathan Rosenfeld.
ATENTADO EN SAIGÓN
La zona céntrica de Saigón fue estremecida ayer por el estallido de una poderosa bomba de plástico que el Viet Cong había colocado en un alojamiento de soldados norteamericanos, 400 de los cuales se hallaban dentro del edificio cuando se produjo la explosión. Esta fue la primera acción de importancia llevada a cabo por los comunistas en el área de la capital de Vietnam, desde que la ciudad fuera bombardeada con cohetes el 20 de julio. El gran edificio de 10 pisos sufrió serios daños, pero sólo resultaron heridos dos militares estadounidenses. Testigos declararon que una gigantesca bola de fuego resultó proyectada hacia el cielo por la detonación en el alojamiento Ky Son. Según la Policía militar, la bomba había sido colocada entre el edificio y un generador adyacente, el que fue destruido. Expertos describieron el explosivo como una carga plástica de unos 20 kilogramos.