Como casi todo lo que pasa en la Argentina desde el 20 de marzo, este será un extraño Día del Niño... Sin amigos, ni primos, ni abuelos, porque todos tenemos que cuidarnos (y cuidar a los demás) del coronavirus. Pero eso no impide otras formas de celebrar: por de pronto, mucho amor, y sumarle videollamadas, regalos que llegan con un cadete, cosas ricas... y si estas son saludables, por lejos mucho mejor. Porque, además de ser su alegría del domingo, lo que coman tus chicos ahora estará construyendo su salud como adulto.
Alimentos: estrategias para vencer la resistencia de los chicosDesde que empiezan a combinar la teta con los alimentos sólidos, es clave que reciban los nutrientes necesarios para crecer sanos y tener energía: proteínas, carbohidratos, grasas, agua, fibra, vitaminas y minerales. En equilibrio, claro; especialmente cuando de carbohidratos y grasas se trata. Recordemos: según datos de 2010 de la Base de Datos Global sobre Crecimiento Infantil y Malnutrición de la OMS, Argentina presenta el mayor porcentaje, en América latina, de obesidad en niños y niñas menores de cinco años. Y sólo el 17,6% de chicos y chicas de 13 a 15 años consume cinco porciones diarias de frutas y verduras; sin embargo la mitad consume dos o más bebidas azucaradas por día.
Sí, sabemos: los chicos están tolerando mal el encierro: mucha pantalla poco movimiento... y pelear para que coman se hizo cuenta arriba, incluso a pesar de que tuvimos unas semanas de “casi normalidad” hasta la llegada del brote que estamos viviendo. Pero se puede intentar retomar “el buen camino”, aseguran especialistas
“Mantener hábitos saludables durante la pandemia se hizo difícil al principio, pues alteró la organización familiar -advierte Jaqueline Schuldberg, licenciada en nutrición, de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas. “Hubo desorden de horarios, crisis de planificación, una vida semejante a la de vacaciones... Pero al extenderse el aislamiento muchas familias vieron que era necesario balancear las ingestas. Pudiendo planificar, y aprovechando que están en casa, muchos niños se involucraron en la preparación de comidas, conocieron alimentos nuevos y pudieron ver su transformación en una preparación. Involucrar a los niños con recetas para su edad, es una manera de sortear dificultades vinculadas a la alimentación”, añade.
¿Se te ocurre un mejor regalo para el domingo que ayudarlos a construir un futuro saludable?
Obstáculo frecuente
Una barrera que a veces asusta a los padres cundo intentan una dieta equilibrada para sus hijos es la neofobia: dicho fácil, el rechazo de nuevos sabores. “Todos los chicos pasan por un periodo de neofobia; el pico se da entre los 3 y los 5 años. Es parte del proceso de descubrimiento de sabores, colores, temperaturas y texturas de los alimentos”, advierte Schuldberg. “Lo importante es ofrecer el mismo alimento en distintas presentaciones o preparaciones, por lo menos entre 10 y 15 veces. Si sigue rechazándolo, se puede declarar que no le gusta”. La clave -agrega- es no dejar de proponerles novedades, porque los chicos cambian de gustos en períodos muy cortos, hasta de un día para el otro.
“El proceso de invitarlos a participar de la preparación de los alimentos es una manera divertida de acercarlos a un nuevo mundo de sensaciones y sabores”, destaca la nutricionista.
Para hacer con ellos
Galletas de avena
Mezclar 100 g de avena; 150 de harina integral y 50 de azúcar moreno; 3 cucharadas de leche; 1 de levadura en polvo y 1 de aceite de oliva. Se pueden agregar pasas de uva o pepas de chocolate. Quedará una masa compacta y pegajosa; hacer un rollo, envolverlo en film y llevarlo al congelador 30 minutos. Cubrir una asadera con papel manteca; cortar el rollo en rodajas de 4 milímetros de espesor y colocarlas, separadas, sobre el papel. Hornear durante 10-15 minutos a 180º.
Mousse de frutilla
Limpiar, lavar y cortar en trozos 2 tazas de frutillas maduras; espolvorear con una cucharada sopera de azúcar y reservar unos 10 minutos. Llevar dos claras a punto de nieve y, sin dejar de batir, ir agregando la frutilla. Las claras bajarán, pero luego retomarán el punto. Otra opción, lugar de frutillas, es mezclar media taza de dulce de leche con media taza de queso blanco. Luego proceder de la misma manera.
Hamburguesas mixtas
Mezclar en un bol 1/2 kg de carne picada, 1 taza de lentejas hervidas (pueden ser también garbanzos) y procesadas, 2 dientes de ajo bien picados, 2 cebollas ralladas, sal, orégano, perejil y 1 huevo. Con las manos mojadas, para evitar que se pegue todo, amasar hasta integrar los ingredientes. Y a partir de allí, como cualquier otra hamburguesa.