ROMA, Italia.- Miles de personas volvieron a convocarse en varias de las ciudades grandes de Italia contra las restricciones que entraban en vigencia para detener la propagación del coronavirus, y las protestas terminaron con enfrentamientos entre manifestantes y policías. En el norte y en el sur del país se reflejó el malestar por el cierre de cines, teatros y gimnasios y los horarios reducidos para bares y restaurantes, decretado por el premier Giuseppe Conte.
Estas medidas, que se aplican luego de un estricto confinamiento de dos meses en la primavera boreal, podrían hacer cerrar 20.000 empresas en todo el país, que sufrirá su peor recesión económica desde la Segunda Guerra Mundial.
El descontento se sintió en Milán, capital de la región de Lombardía, que registra el mayor número de contagios. Allí, varios centenares de manifestantes confrontaron con las fuerzas de seguridad, e incendiaron tachos de basura, atacaron tranvías, rompieron vidrieras y lanzaron botellas de vidrio, bengalas de humo y cócteles molotov a los agentes antidisturbios, que respondieron con gases lacrimógenos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a “no bajar los brazos” frente al incremento de casos en Europa y Estados Unidos y destacó que “cuando los dirigentes actúan rápidamente, el virus puede ser frenado”.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus Ghebreyesus, agregó: “es peligroso renunciar a controlar” la pandemia, en referencia a las declaraciones del jefe de gabinete del presidente de Estados Unidos, que insinuó que renunciarían a intentar controlar el virus y apostarían a encontrar una vacuna y tratamientos médicos. (Télam)