BRASILIA.- Jair Bolsonaro sostuvo que la pandemia de coronavirus ha sido sobredimensionada y criticó a quienes advierten sobre una segunda ola de la enfermedad en Sudamérica. “Ahora todo es la pandemia. Lo siento por los muertos. Lo siento, pero todos vamos a morir un día. De nada sirve huir de esto, de la realidad. Tenemos que dejar de ser un país de maricones”, transmitió el presidente.
Habló así durante un acto de relanzamiento del turismo, horas después de que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) suspendiera las pruebas de la vacuna de la farmacéutica china Sinovac debido a la muerte de un voluntario. Bolsonaro consideró que esta suspensión es una victoria personal, puesto que por largo tiempo él ha expresado su escepticismo con relación a la capacidad del laboratorio chino, al que acusa de falta de credibilidad.
Sin embargo, ayer trascendió que el vacunado muerto se había suicidado, por lo que el Instituto Butantan de San Pablo, que colabora en el desarrollo de la Coronavac, transmitió su sorpresa ante la decisión de la Anvisa y consideró que es imposible relacionar un suicidio con la vacuna china. “Hay más de 10.000 voluntarios, las muertes pueden producirse”, explicó el director de Butantan, Divas Covas.
Por su parte, Hu Xijin, editor en jefe del periódico oficial del Partido Comunista de China, sugirió que la proximidad entre los anuncios de Pfizer (que tuvo éxito en la fase tres de pruebas) y la Anvisa es sospechosa. Entretanto, Sinovac comunicó que confía en la seguridad de su vacuna y que gestionará la continuación de los ensayos en Brasil. (Reuters)