Me caigo y me levanto dice el poema de Julio Cortázar. La noche de viernes en 25 de Mayo y Chile estaba ideal para recitarlo hasta el cansancio. Ayudaba el clima inestable, la lluvia inesperada y, si nos ponemos literales, los mosquitos tan característicos ya de las noches veraniegas en el Monumental. Pero más que nada, los versos se aplican en lo que pasó en la cancha, entre Atlético y Unión. El “Decano” le ganó 3 a 1 al “Tatengue” sufriendo por sus caídas transitorias pero finalmente celebrando por haberse levantado.
El equipo de Ricardo Zielinski no empezó caído, para nada. Lo hizo construyendo a lo alto sus ataques. Por arriba con centros desde la derecha de Guillermo Acosta y también por abajo. Por abajo llegó la segunda chance más clara de Atlético en el primer tiempo: un pase rasante de Leonardo Heredia a Javier Toledo que, abajo del arco, la tiró por arriba inexplicablemente. El delantero cordobés caía, claro que caía ante ese yerro.
Minutos después, el propio Toledo provocaba un penal y le daba al equipo la chance -ahora sí- más clara en esa etapa inicial. El que iba a caer sería “Pupa” Heredia: el volante pateó el penal suave y para nada esquinado y Sebastián Moyano hizo lo que cualquier arquero haría con una ejecución así: atajarlo.
La segunda parte tendría justamente la segunda parte del título de nuestro poema: las levantadas. Heredia cabeceó perfectamente un tiro libre y abrió el marcador. Sin tiempo para que Unión asimilara el primer golpe, sólo 60 segundos después, Toledo recibió lejos del arco pero tuvo tiempo de acomodarse y pensar que sí, que podía hacer un gol desde ahí. Aún después de haber fallado a menos de dos metros. Y lo hizo. El cordobés se levantó de ese error y de los que lamentablemente acumulaba en la temporada. Los goles perdidos ante Independiente en Avellaneda fueron duros de olvidar, pero con ese golazo pueden dejarse de lado un buen rato. Toledo no marcaba desde el partido final de la Superliga pasada ante River, cuando le “arruinó” el campeonato al “Millonario”.
2-0 en cuestión de minutos y parecía que el partido difícil que asomaba en los primeros 45 minutos se iba a simplificar. Nada de eso. Un penal muy extraño cometido por Cristian Lucchetti, y quizás similar al que le cobraron en Formosa ante Central por las semifinales de la Copa Argentina 2017, puso el partido interesante.
Y si eso fue una caída para el “Laucha”, créame que se levantó con varias atajadas tardías cuando Unión se venía y casi que lo convirtieron en una de las figuras del partido. Toledo hizo méritos para pelearle el puesto aún después de su fallo al comienzo porque sobre el final asistió a Matías Alustiza para el 3-1 final. El “Chavo” había jugado como titular en el primer partido del grupo y cuando fue reemplazado llegó al banco entre quejas y brazos que se movían. El delantero aún no había marcado desde que llegó a Atlético, pero como en este equipo todos pueden hacer un gol, cómo no iba a hacerlo él. Alustiza fue otro que se levantó en la noche de viernes
La eliminación en la Sudamericana fue la primera caída del equipo que se levanta en la Copa Liga Profesional con tres victorias en tres partidos jugados.