Pasan las horas y los vecinos de Bella Vista no pueden salir del asombro por el hecho de sangre ocurrido en calle Atilio Santillán 48. Allí se encontraba la peluquería en la que trabajaba una joven de 28 años que ayer fue asesinada por su ex suegro, quien luego de cometer el crimen se quitó la vida.
Eran las 20 y Rocío Macarena Quesada estaba atendiendo es su peluquería. Las personas entraban con turnos previos. Roberto Rojas estuvo haciendo tiempo en la puerta del negocio hasta que ingresó una clienta. Por detrás de ella lo hizo el hombre que se presentó ante Quesada portando una pistola Bersa 22. Disparó el arma, y el proyectil impactó en la cabeza de la muchacha, que fue trasladada de urgencia la hospital de Bella Vista, donde ingresó sin vida.
La clienta que había entrado al local antes que Rojas debió escapar hacia el fondo para evitar ser atacada. Tras el crimen, el hombre se quitó la vida en el mismo lugar, informó el Ministerio Público Fiscal (MPF).
Según las primeras investigaciones, el asesino responsabilizaba a Quesada por la muerte de su hijo. El joven, en evidente estado de ebriedad, murió tras chocar su moto contra un paredón tiempo atrás. La víctima del accidente habría tenido un conflicto de pareja con la mujer, con la que tenían un hija.
"Es un hecho aberrante que judicialmente está resuelto, en razón de que se extingue la acción penal por la muerte del autor del mismo”, dijo Carlos Berarducci, de la Unidad Fiscal de Homicidios I, que interviene en la ocasión, a cargo, en feria, del fiscal Pedro Gallo