“Hay una variedad de sistemas para tratar la vinaza. El problema con Crealab es que ideó un sistema y lo ha patentado. (Mónica) Cabariti dice que tiene la patente de este sistema que establece un plan con el cual eliminarían la vinaza, pero consiste en que todos los ingenios usen el mismo sistema pagándole la patente a Crealab, y que se construya con créditos o vía el Estado un vinazoducto gigante con cientos de kilómetros desde los ingenios hasta una planta”, afirmó el legislador radical José Ricardo Ascárate. “Su propuesta es que en esa planta habría calderas que deshidratarían la vinaza y lo reducirían para que sirva como combustible para alimentar turbinas. Ese combustible quemado dejaría como residuo potasio. Ese potasio, mezclado con químicos, podría utilizarse como fertilizante. El Estado no puede ser un intermediario entre privados para que todos opten por elegir y pagar la patente para utilizar ese sistema para deshacerse de la vinaza: lo que hace el Estado es establecer los estándares de calidad del agua de los ríos; controlar a todas las empresas para que no arrojen residuos y sancionar a quienes lo hagan. No corresponde al Estado promover una patente”, expresó.
Cabariti había insistido en la necesidad de que los ingenios traten la vinaza resultante de la producción de biocombustibles. “Los ingenios y el Gobierno de Tucumán nunca rechazaron la propuesta, simplemente no generaron las condiciones para que podamos concretar el Proyecto Nueva Tucumán”, había expresado. “El plan elaborado por Crealab es hermoso para presentarlo en la facultad, ahora, para la realidad de Tucumán no es adecuado. Cuando se trata de un proceso con un recurso hídrico, en este caso con el tratamiento de efluentes, siempre es más barato hacer pequeñas plantas de tratamiento”, planteó Ascárate.