“Mamá, papá; los amo... mamá, papá”. El grito desaforado mirando a la cámara de televisión de Tomás Cuello, antes de llevarse sus manos a la cara, de ponerse de rodillas y de explotar en llanto, resume todo.
El ex volante de Atlético vivió, quizás, el pico más alto de su estadía en el fútbol brasileño. En el duelo contra Mirassol, por la Copa de Brasil, el ahora futbolista de Red Bull Bragantino marcó el 3-2 en tiempo de descuento y dejó bien parado al equipo de San Pablo de cara al duelo revancha, que se jugará el próximo miércoles.
Cuello dejó 25 de Mayo y Chile en plena pandemia y se sumó a un grupo que daba sus primeros pasos en el Brasileirao y que terminó dando la nota: Bragantino fue una de las sensaciones del último torneo. Finalizó en la novena posición y si bien quedó a un punto de clasificar al repechaje de la Copa Libertadores, consiguió un boleto para disputar la Copa Sudamericana, un hito para un club que de la mano de la empresa austríaca que comercializa la conocida bebida energética comenzó a pisar fuerte en el fútbol brasileño.
“Vivo solo, en un departamento. Fue un desahogo, una enorme emoción y una gran felicidad”, le confesó vía WhatsApp a LG Deportiva, dejando en claro que la emoción por su primer gol tiene que ver con tener a Vanesa y a Sergio tan lejos. “Sabíamos que ellos salían jugando, por eso fuimos a presionar arriba. El lateral de ellos erró, enganché hacia el medio y le pegué; la pelota se desvió en un jugador y por suerte entró”, recordó la jugada más importante desde que cruzó las fronteras de nuestro país.
Si bien su vínculo con el club brasileño finaliza en junio -debería volver a Atlético, a menos que Bragantino haga uso de la opción de compra- Tomás sólo piensa en seguir en la tierra del buen fútbol. “Este es un club muy lindo, muy ordenado; con un proyecto muy bueno y con personas profesionales. Mi objetivo es quedarme en Brasil y poder seguir demostrando mis condiciones”, aseguró.
Desde que se puso esa camiseta, Cuello vivió momentos hermosos, según asegura. “Hicimos un gran torneo y clasificamos a la Sudamericana. Además, jugamos grandes partidos contra Palmeiras de visitante, y contra San Pablo, que iba puntero y al que le ganamos 4 a 2. Además, cambié las camisetas con (Andrés) D’Alessandro, Lucho González, Gustavo Gómez y Luan Gilherme”, concluyó el volante, que fue noticia por su gol, por la emoción y porque vive un presente soñado.