El conflicto por el horario de atención comercial sigue despertando polémica en Tucumán. Los empresarios del microcentro afirman que la situación es crítica y asfixiante. Volver a atender de forma corrida; es decir, de 10 a 19, significa la pérdida de cientos de puestos de trabajo.
Explican que la pandemia de covid-19 los obligó a cerrar sus negocios durante el año pasado, las restricciones en los horarios de atención y la crisis económica está llevando al sector a una crisis sin precedentes.
En tanto, tras la marcha de la Sociedad de Empleados y Obreros del Comercio (SEOC) donde se registraron incidentes en algunos comercios. Piden a las autoridades provinciales poder trabajar en libertad.
“Ayer muchos comerciantes tuvieron que soportar violencia por el simple hecho de trabajar. El gremio, que es el mismo en toda la provincia, solamente se manifiesta en la zona de los locales de la peatonal; es un ensañamiento”, afirmó la secretaria general de la Cámara, Sofía Guraiib.
Destacó además que entre los comerciantes y trabajadores existe miedo a la hora de trabajar por los hechos acontecidos durante la manifestación del martes. “Lo único que piden los comerciantes es poder trabajar en paz. SEOC lo único que está consiguiendo es que la gente evite el microcentro y compre en otros lugares”.
Cansancio y malestar entre los comerciantes
“Muchos comerciantes debieron cerrar ayer sus comercios por miedo. Una cosa es hacer una manifestación pacífica y otra es que te piten el local e ingresen a él, no es bueno”, sostiene Cristian Romero, propietario de dos locales céntricos.
Explicó que el horario corrido va a significar la pérdida de cientos de fuentes de trabajo. "Es un año difícil para los comerciantes. No hay ventas y el horario corrido va a agravar la situación porque a la siesta no hay circulación de gente. Vamos a terminar cerrando los locales".
Miguel Molina, propietario desde hace 45 años de una casa de tarjetas, sostiene que nunca vivió una situación así. “Trabajar de 10 a 19 es improductivo. El año pasado se aceptó por la situación sanitaria, pero fue a perdida. Las ventas bajaron un 40% en ese entonces”.
Además resaltó que la gente está acostumbrada tradicionalmente al horario cortado de 09 a 13 y de 16 a 20. “Se está haciendo mucho daño. Porque se genera confusión hay muchos clientes que no saben a qué hora atiende el centro por todo este conflicto”.
"El sector atraviesa una crisis. En una época las galerías tucumanas eran un privilegio, pero ahora alrededor de 50% de los locales se encuentran vacíos”, remarcó.
Martín Novillo, que cuenta con una serie de locales de juguetes y ropa para recién nacidos, coincide con los demás comerciante y pide que se respete el horario comercial tradicional. "La situación es agobiante. No es un capricho del comerciante el horario, sino todo lo contrario. Las ventas caen aproximadamente un 40% porque a la siesta nadie transita el microcentro".
Novillo reclamó "libertad" para poder elegir el horario más rentable para la actividad. "En un país con tanta pobreza no se puede poner en riesgo los puestos de trabajo".