El día a día de la Copa América viene siendo un suplicio para la Conmebol. No obstante, la entidad rectora del fútbol sudamericano recibió la noticia que esperaba tras el manto de suspenso que habían puesto las autoridades brasileñas sobre la realización del torneo en ese país: el presidente Jair Bolsonaro obtuvo el aval del Ministerio de Salud nacional para alojar la Copa a pesar de la crítica situación epidemiológica que atraviesa el país, segundo en cantidad de víctimas fatales por coronavirus a nivel mundial.
A una semana y media de la fecha en la que debería empezar la competencia (11 de junio), la incertidumbre de los últimos días tras la baja de Argentina como sede y la falta de confirmación de Brasil hasta ayer (dada la oposición que generó el anuncio de que iba a tomar la posta) reforzaron la idea de una posible cancelación.
Al final, habrá Copa América en la tierra del último campeón. “ El protocolo es el mismo de la Copa Sudamericana, la Libertadores y la Eliminatoria que empieza esta semana”, anticipó Bolsonaro, buscando transmitir tranquilidad ante la preocupación que genera la disputa del torneo a las puertas de una tercera ola de covid que pone al país bajo riesgo de un nuevo colapso sanitario.
Mientras tanto, los jugadores de algunos seleccionados ya comenzaron a manifestarse al respecto. El primero de la Selección argentina en hacerlo fue justamente el último en llegar: Sergio Agüero. En su llegada a Ezeiza para sumarse al plantel conducido por Lionel Scaloni, el flamante refuerzo de Barcelona señaló: los jugadores siempre queremos jugar, pero habría que hacerlo en un lugar seguro. Los organizadores del torneo tuvieron mucho tiempo para planificarlo y lamentablemente no lo hicieron”. El goleador histórico de Manchester City, quien se recordó haber estado “complicado” cuando contrajo el virus.
En la misma sintonía se manifestó el capitán uruguayo, Diego Godín. “Al final en dónde se juegue y cómo se juegue no es algo que dependa de nosotros, no podemos hacer nada. Lo que queremos es tener garantías para todos los actores de la Copa América, para la gente, el staff y los jugadores, que tengamos la tranquilidad y que pueda ser un gran espectáculo”, reclamó el defensor, distanciándose así de sus compañeros Luis Suárez y Edinson Cavani, quienes habían solicitado la cancelación del torneo. “Venimos jugando hace más de un año de esta manera, sin gente y con precauciones. Los jugadores somos conscientes de que con todas las pérdidas y el montón de cosas horribles que están pasando en todo el mundo, nosotros tenemos la responsabilidad de llevar alegría y pasión a los hogares”, agregó.