La pandemia de la Covid-19 ha destruido el mercado laboral en todos los rincones del mundo. En la Argentina, cerca de 4 millones de trabajadores perdieron sus empleos desde que comenzó la pandemia, en marzo de 2020, de los cuales más de la mitad pertenecía al sector informal, según un informe elaborado por el Centro de Investigación y Formación de la CTA (Cifra). Tucumán no estuvo al margen de este fenómeno que embistió con mayor fuerza entre los trabajadores informales, que han pasado a ser parte del ejército de pobres que, sólo en el principal aglomerado urbano de la provincia ese flagelo ha alcanzado al 43,5% de la población al cierre del año pasado.
La reconstitución de esa situación socioeconómica llevara su tiempo y dependerá del despegue de la actividad económica. En la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) , líderes gubernamentales, empresarios y sindicalistas han adoptado por unanimidad un Llamamiento Mundial a la Acción para una recuperación de la Covid-19 centrada en las personas, que dé prioridad a la creación de empleos decentes para todos y aborde las desigualdades causadas por la crisis.
A través de un programa, los países se comprometieron a garantizar que su recuperación económica y social de la crisis sea “totalmente inclusiva, sostenible y resiliente”.
El acuerdo incluye dos conjuntos de acciones acordadas. El primero abarca las medidas que deben adoptar los gobiernos nacionales y sus “interlocutores sociales” empresariales y sindicales, para lograr una recuperación rica en empleo que refuerce sustancialmente las protecciones sociales y de los trabajadores y apoye a las empresas sostenibles.
Un segundo conjunto de acciones abarca la cooperación internacional y el papel de las instituciones multilaterales, incluida la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con el fin de aumentar el nivel y la coherencia de su apoyo a las estrategias nacionales de recuperación de la pandemia “centradas en las personas”.
Esto implicará que tanto los gobiernos como las empresas y los sindicatos dejen de lado cuestiones sectoriales y conformen una mesa de entendimiento concreta, que proyecte una modificación del cuadro socioeconómico argentino, más allá de las cuestiones sectores, partidarias y electorales. Según un informe de la Cepal, la contracción del empleo en América latina durante 2020 fue mucho más profunda en sectores como hotelería (19,2%), construcción (11,7%), comercio (10,8%) y transporte (9,2%), que en conjunto concentran cerca del 40% del empleo regional. A su vez, la industria (8,6%) y otros servicios (7,5%) también registraron contracciones, mientras que en agricultura la pérdida de empleos fue comparativamente menor (2,4%).
El filósofo y novelista Albert Camus decía que “donde no hay esperanza, debemos inventarla”. El sector público, la actividad privada y los representantes de los trabajadores se enfrentan a un nuevo escenario en el que la discusión debe pasar por la reconversión del trabajo a partir de las nuevas modalidades adoptadas durante la prolongada cuarentena obligatoria del año pasado. De allí la necesidad de unificar posturas, elaborar iniciativas de alcance general y de aplicaciones sectoriales para el despegue de una Argentina que necesita imperiosamente salir de la crisis, para dejar atrás los altos niveles de desempleo y de pobreza.