POESÍA
POETA SERIAL
Patricia JAWERBAUM
(Modesto Rimba - Buenos Aires)
Dentro de una tradición en la que ha predominado la anécdota, la poesía argentina contemporánea padece de cierta decadencia inventiva. Hubo una excesiva confianza puesta en la poesía noventosa, esa mirada materialista, desde lo “concreto”, al ras de los hechos. Paradójicamente, lo que se encontrará poco en dicho programa, es universo, mundo, ciclos cerrados, en una palabra, estilos. En esa perspectiva, Patricia Jawerbaum emerge como una personalidad singular, como una excepción a esa mirada, acaso, facilista. Ya desde su primer verso, la autora de Poeta serial combate esa pasividad tradicional, activando un lirismo hiriente e interno. El centro focal del libro, por lo tanto, está desplazado de las convenciones. Dicho movimiento representa para Jawerbaum la búsqueda no de un ideal, sino de una identidad, una en que la poeta se vea reflejada en su poesía sin que llegue a hacer de ésta una confesión privada. Y en esta operación, disocia causa y efecto; entremezcla los sentidos: organiza otra realidad, un rumor de búsquedas (léase: rigor de construcción).
Estados de concentración
Es una poeta que ofrece, generosa, una obra coherente, continua, encadenada como un proceso lógico. Poeta serial está constituída por poemas en series, que entretejen, sinestesias de por medio, un complejo entramado, un rizoma neobarroco. Así, su poesía explora formas subjetivadas de la realidad y, en gran medida, sobre mundos interiores que surgen por un procedimiento de asociar imágenes atendiendo a un orden ligeramente ilógico y arbitrario. Sus poemas no son comentarios de la realidad, sino estados de concentración anímica que se desplazan en un orden que está dictado interiormente por la naturaleza creadora para elaborar sus mitos. No hay lugar para el tono discursivo, sentimental o declamatorio. Sí, en cambio, un extraño mecanismo de impersonalizacion, una expresión -por momentos- anónima. Velocidad, espacio e imágenes que parecen danzar. Modulación de visiones. Palabras que progresan según la sonoridad de cada sílaba, buscando adecuar una forma inesperada, única, para así otorgarle otro sentido, casi siempre, conceptualizado. La bibliografía de esta singular poeta, revela un estilo, por cierto, progresivo, y que marcha hacia su propia liberación. Una voz que tiene el valor para romper con todo lo hecho, y así siempre redescubrir(se).
© LA GACETA
Augusto Munaro