El informe de 28 carillas con fotos sobre el estado de las instalaciones del ingenio San Juan es lapidario. José Federico Katz, perito designado por el juzgado que entiende el concurso preventivo del Complejo Agroindustrial SA, subrayó tras la inspección que la fábrica “no está en condiciones de funcionar”, lo que es evidente “a la vista”, y que “todos los elementos mostrados ameritan ser intervenidos con urgencia”.
Si bien agrega que no se puede estimar el tiempo que llevará el alistamiento del ingenio, dio por entendido que al menos este año no podrá moler y reclamó como prioritarias la ejecución de las tareas de orden y limpieza, y las obras de seguridad para el personal que vaya a trabajar.
El experto precisó al comienzo del informe requerido por el Juzgado en lo Civil y Comercial Común VII, a raíz del plan de alistamiento para la zafra 2021 confeccionado por Constructora del Tucumán SA, del Grupo Omil (a cargo del cram down o salvataje de empresas), que al momento de la inspección ocular (un allanamiento ordenado para el 2 de julio), “el ingenio no está funcionando, lo que impide la revisión de aspectos técnicos como fugas de vapor, elementos rodantes desbalanceados, vibraciones, entre otros”. Y añade que por el hecho de no contar con energía eléctrica, y sin grupos electrógenos en funcionamiento, queda en claro que “las supuestas tareas de alistamiento llevan un ritmo lento en su proceso”.
Cabe señalar que el actual responsable del Grupo Omil había pedido permiso para que ingresaran 50 trabajadores para las tareas de alistamiento y que contaba con recursos para poner la fábrica en funcionamiento.
Dos personas
Katz resaltó en su escrito que “solamente se pudo constatar la presencia de dos personas realizando tareas, que al momento de la inspección, cortaban pastos y malezas”.
“Se nota un faltante tremendo de recursos destinados al supuesto alistamiento de un ingenio”, y al respecto puntualizó que no constata para esas tareas herramientas, escaleras, andamios, “descartando desde ya la posibilidad de funcionamiento -de la fábrica- en el corto plazo”.
En las consideraciones finales, el perito mecánico explicó que los equipos requieren “a la vista” además del mantenimiento, reparaciones necesarias para la “puesta a punto” de la planta mediante “ajuste de servicios en los distintos sectores”. De manera que su peritaje es -dijo- “sólo una parte de las tareas que se necesitan para la finalización de esa puesta en marcha” del ingenio para fabricar azúcar.
Respecto del requerimiento judicial sobre los tiempos necesarios para terminar el alistamiento, Katz fue contundente: “es imposible” poder realizar un cálculo “por el poco tiempo de revisión y los recursos disponibles”. Y que una proyección lo más aproximada posible “llevaría varias semanas de análisis profundo de cada elemento/máquina/proceso”.
Al final, enumeró la percepción técnica de las instalaciones: *poca tarea de mantenimiento reciente, “o por lo menos escasa en comparación con todas las tareas que hay que realizar para poner en marcha el ingenio”. *“La higiene del lugar resulta comprometida, lo cual dificulta inclusive las mismas tareas de mantenimiento”. Por eso, recomendó “comenzar antes que nada, con las tareas de orden y de limpieza”.
*“La seguridad también es un punto clave, ya que faltan matafuegos; barandas en escaleras; los pisos están rotos y tienen pozos y eso dificulta el traslado; los techos están en mal estado y hay peligro de voladura de chapas; las paredes están deterioradas; hay elemento rodante sin protección, o es precaria; y las ventanas están rotas”.
Concluyó que la persona que vaya a coordinar todas las tareas para la puesta en marcha de la fábrica, que puede ser el dueño o un administrador, debe ser “idónea y experta”.